Diversos países de la región se han decantado por la utilización de la vacuna rusa Sputnik V, para poder dar inicio a sus respectivos procesos de vacunación masiva. De hecho, en un mercado mundial monopolizado, el fármaco soviético viene a representar un alivio para las naciones subdesarrolladas, por lo general endeudadas y empobrecidas, a causa de la terrible pandemia.
Entre las Estados pioneros en la utilización de la Sputnik V figuran Argentina y Bolivia. En el país gaucho tienen previsto combinar 400 mil dosis de la vacuna rusa, con otras 580 mil de la modalidad AstraZéneca producida en la India (Covishield). Mientras que en la nación del Altiplano ya han vacunado a más de 5 mil personas del sector sanitario. Y tienen previsto llegar a 20 mil en las próximas semanas.
También se suma Venezuela, país que este sábado 13 de febrero de 2021, recibió las primeras 100 mil dosis, con las que se arrancará la vacunación de los médicos, demás personal del sector salud y personas en situación de vulnerabilidad.
Aporte soviético
Como se reseña en las prensa internacional, además de Argentina, Bolivia y Venezuela, la vacuna rusa se registró y solicitó en México, Paraguay, Nicaragua y Panamá. A esta lista hay que sumar a otros 11 países alrededor del mundo, entre ellos aliados del Kremlin como Irán, Serbia y Hungría, entre otros.
Con este aporte científico Rusia se afianza como una potencia emergente, capaz de desarrollar fármacos oportunos y eficaces para la humanidad. También se reafirma de este modo la importancia de un mundo pluripolar. Es decir, un orden mundial, cuyos polos de desarrollo tecnológico, científico, militar y político, sean compartidos.
Si algo demuestra la pandemia, es la necesidad de polos de desarrollo complementarios donde prevalezcan otros principios. Es un anhelo impostergable. Ya no tienen cabida la decadencia de los EE.UU., ni el espectáculo de egoísmo y falta de empatía de los gobiernos europeos. Estos al monopolizar las vacunas producidas en sus territorios, dejan al desnudo, una vez más, la falta de ética del sistema capitalista tradicional.