La última estafa del genocida Henry Kissinger

Este 29 de noviembre falleció a la edad de 100 años el político estadounidense Henry Kissinger. Las reacciones tras su muerte no han cesado, la mayoría de ellas recuerdan a un genocida y criminal de guerra que resultó aclamado por la alta sociedad de ese país. Responsable de incontables muertes a su paso, y dejó este plano sin pagar por ninguna de ellas, una clara estafa a las víctimas.

“Henry Kissinger, criminal de guerra amado por la clase dominante estadounidense, finalmente murió”, así tituló un artículo en la revista Rolling Stone al conocerse la noticia. Además, agregaron que “la infamia del arquitecto de la política exterior de Nixon se ubica, eternamente, al lado de la de los peores asesinos en masa de la historia. Una vergüenza más profunda pesa sobre el país que lo celebra”.

Referencias

Este personaje de la historia política de las barras y las estrellas, quedará por siempre como el miembro del nefasto grupo Bilderberg. Así como también por las declaraciones reveladas en uno de los documentos confidenciales de EE.UU. filtrados por WikiLeaks; en las que aseguraba: «Lo ilegal lo hacemos de forma inmediata, lo inconstitucional tarda un poco más».

A este político y diplomático estadounidense, lo nombró el expresidente Richard Nixon como asesor para asuntos de seguridad nacional en 1968 y secretario de Estado (ministro de Asuntos Exteriores) de EE.UU. en 1973. Cargo que mantuvo durante la gestión del presidente Ford hasta 1977, incluso tras el escándalo Watergate, que le costó el puesto a Nixon.

Es imposible no pensar en este individuo cuando su nombre resuena en la colaboración y promoción de regímenes dictatoriales, fundamentalmente en América Latina, en especial en el de Videla en Argentina; así como otras incontables participaciones en los golpes de Estado como el de Chile, actos terroristas y violaciones graves de  los derechos humanos en otros países de la región.

“Henry Kissinger fue uno de los secretarios de Estado más destructivos en la historia de este país”, dijo alguna vez el senador estadounidense Bernie Sanders.

Elogiar la barbarie

Una vida desalmada en la que, como paradoja, se ganó el Nobel de la Paz en 1973, con una existencia manchada de sangre. El centenario también es reseñado en la prensa internacional como un genocida cómplice, coautor y actor de mortandades inauditas en Asia, África y América Latina.

Sin embargo, algunos otros personajes de su misma calaña celebraron la vida de Kissinger, como por ejemplo otro expresidente de EE.UU., George W. Bush; (del quien no hablaremos por su extenso prontuario particular) dijo que “Estados Unidos ha perdido una de las voces más confiables y distintivas en asuntos exteriores”.

Por su parte, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, destacó que “la partida del Dr. Kissinger marca el final de una era en la que su formidable intelecto y su destreza diplomática. Moldeó no sólo el curso de la política exterior estadounidense sino que también tuvieron un profundo impacto en el escenario global.

Resumir 100 años de vida de un ser que regó de sangre al mundo entero, no es tarea fácil, será recordado sí, pero ¿a qué costo?

 

 


 

Victoria Torres: