Una gran amenaza se cierne sobre Filipinas, con vientos de 215 km/h y ráfagas de hasta 265 km/h. Es la tormenta Goni convertida en tifón que tocará tierra este domingo y lo hará sobre la nación asiática.
Su desarrollo como tifón se produjo entre el jueves y el viernes por la noche sobre las aguas del océano Pacífico. Goni alcanzó categoría 5 y es considerado el más poderoso y destructivo nunca antes formado.
Según, el Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología (PHIVOLCS) el fenómeno natural puede desencadenar fuertes lluvias, vendavales, lahares y corrientes de lodo por las laderas de tres volcanes de la isla.
Tifón y pandemia
Las autoridades filipinas ordenaron este sábado la evacuación de miles de residentes de la isla. Sin embargo, también enfrentan otro obstáculo: lograr el distanciamiento físico en los centros de evacuación para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
“Lo que enfrentamos hoy no es solo una tormenta, sino también el covid-19”. Así lo indicó Ricardo Jalad, director ejecutivo del Consejo Nacional para la Gestión de Reducción del Riesgo de Desastres (NDRRMC).
Filipinas tiene la segunda mayor cantidad de contagios y muertes por covid-19 en el sudeste asiático, con 380.729 casos y 7.221 muertes.
“Recomendamos encarecidamente precaución contra las enfermedades, el uso de mascarillas y otros equipos de protección personal. Lavarse las manos y prestar atención al distanciamiento físico”, añadió Jalad.
Acciones preventivas
Del mismo modo, las autoridades comenzaron las acciones preventivas: evacuaron a casi un millón de residentes en la parte sur de la principal isla de Filipinas, Luzón.
Además, han trasladado hasta sitios más seguros a 794 mil residentes de la provincia de Albay. En cuanto a la capital, Manila, y en la cercana provincia de Bulacan, unos mil pacientes de covid-19 alojados en grandes tiendas de aislamiento podrían ser trasladados a hoteles y hospitales, informó Jalad.