Corrupción, droga y violación a los derechos humanos han sido los delitos que han puesto nuevamente a Colombia en las noticias esta semana, porque la doble moral que se esparce desde su Gobierno solo queda demostrado una vez más.
Desde que la excongresista colombiana Aída Merlano testificó por la compra de votos, el panorama para los políticos colombianos se puso pequeño y uno de esos fue el presidente Iván Duque, quien ahora es investigado por ese delito.
Iván Duque llegó a la Presidencia colombiana en 2018, tras obtener el 59,98 por ciento de los votos en segunda vuelta, pero ahora con las declaraciones de Merlano queda en custodia que parte de esos votos hayan sido comprados, en especial en la zona del Caribe.
La denuncia la hizo el representante a la Cámara, David Racero, quien detalló que conocía de la compra de votos para que ganara en Caribe, además de unas reuniones con personas que promovieron esa práctica.
“Constreñimiento al sufragante, corrupción al sufragante, tráfico de votos y tentativa de homicidio”, son parte de los delitos que podría enfrentar el mandatario colombiano por la investigación que realiza La Fiscalía.
La doble moral colombiana no ha tenido límite, el mismo que cuestiona las elecciones en Venezuela, ahora está envuelto en la compra de votos para poder obtener su cargo.
La “conveniente” intromisión a la soberanía
Luego que la Alta Comisionada de la ONU sobre Derechos Humanos, Michelle Bachelet, presentara un informe en el que reiteró los altos niveles de violencia y la violación a los DD.HH. por parte de las fuerzas de seguridad, Duque lo calificó como una intromisión a la soberanía.
«Respetando el carácter multilateral que tiene la organización, me parece también que es una intromisión en la soberanía de un país cuando se dice que la Policía debe pasar al Ministerio del Interior; ese es un debate que les corresponde a las autoridades colombianas en el marco de la institucionalidad colombiana», señaló Duque.
El pronunciamiento de Bachelet se da ante la fuerte represión que han sufrido los manifestantes durante las protestas sociales por parte de los efectivos del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad), a los que instó a tener una profunda transformación.
Sin duda una nueva oportunidad para demostrar la doble moral del presidente colombiano, quien en reiteradas oportunidades se ha inmiscuido en la soberanía de Venezuela, opinando en sus asuntos internos e incluso querer imponer un nuevo Gobierno, siendo aliado directo de Estados Unidos.
Iván Duque dice que informe de Bachelet sobre DDHH en Colombia es "intromisión en la soberanía del país" y le preocupa que hayan "sesgos" e "imprecisiones".
Al presidente colombiano sólo le gusta el sesgo en los informes de la Alta Comisionada si resulta en ataques a Venezuela. pic.twitter.com/722tgRgQin
— Misión Verdad (@Mision_Verdad) February 27, 2020
La droga desaparecida
El control de la droga por parte del Estado colombiano ha sido cuestionable, al punto que hace poco encontraron un laboratorio en la finca familiar del embajador de Colombia en Uruguay, Fernando Sanclemente, y ahora desapareció.
El pasado 12 de febrero, la Policía Antinarcóticos encontraron en la finca ubicada en Guasca, Cundinamarca, un laboratorio de droga, que podría producir una tonelada de cocaína al mes.
Ahora resulta que desaparecieron kilos de cocaína que habían sido hallados en el lugar, así lo reseñó un informe al que tuvo acceso Caracol Radio.
Otra incongruencia que relata el informe es que el peso total del material destruido era de siete toneladas, cuando la realidad es que en un principio no llegaba ni a cuatro toneladas.
Como se ve, la política en Colombia vive de la doble moral, en que viven criticando y opinando sobre lo que pasa afuera, mientras su país arde, no solo por presión social, sino también por problema de droga y corrupción.
