La justicia británica está como el célebre artista puertorriqueño, Ricky Martin y su canción María: «1 pasito pa’ lante y 1 pasito pa’ atrás». Primero admitieron la írrita demanda de Guaidó; luego le dieron cabida a la apelación efectuada por el legítimo Banco Central de Venezuela y ahora nuevamente dan apoyo a los planteamientos del «interinato».
La asombrosa ambigüedad del sistema de justicia del Reino Unido parte de un aspecto esencial: el único presidente de hecho y en funciones de gobierno, en Venezuela, se llama Nicolás Maduro. Ellos mismos (los británicos) lo han reconocido, llegando incluso a gestionar su acreditación diplomática en el país, ante las legítimas autoridades venezolanas. Sin embargo, como el gobierno inglés no reconoce a Maduro, sino a Guaidó como mandatario, entonces ha surgido esta esta absurda polémica. Ya que en algunas instancias inglesas se considera que «de derecho» hay elementos para considerar que Guaidó sí sería el presidente.
En ese sentido, la Corte de Apelación remitió el caso al Tribunal Comercial. Esto con la finalidad de solicitar una aclaración de la Cancillería británica respecto a su posición en relación con Guaidó.
Otra vez por Guaidó
En una acto preliminar, que se lleva a cabo este jueves 10, los abogados del opositor venezolano han solicitado el aplazamiento del litigio. Señalan que todo debería quedar en stand by, hasta que el Supremo se pronuncie sobre el caso.
Asimismo, el pasado 5 de octubre, tres jueces de Apelación fallaron en favor de la junta legítima del Banco Central de Venezuela, designada por el presidente Maduro. En ese fallo se reclamó al bando opositor un pago provisional de 400 mil libras (casi 450 mil euros) en concepto de costas.
En paralelo la «embajadora» del guaidosismo en Reino Unido, Vanessa Neumann, renunció ante la congelación de los fondos. La «justicia» británica tiene una papa caliente entre manos. Deben saber que se trata de un vulgar despojo de fondos correspondientes a las reservas internacionales de Venezuela. El monto retenido supera los mil millones de dólares. Por ello, el gobierno legítimo incluso llegó a plantear que le entregarán el dinero al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Ello con la finalidad de comprar insumos y medicamentos, para cubrir la pandemia de covid-19. La oposición venezolana y el propio Banco de Inglaterra hicieron imposible la llegada de esos recursos.
En líneas generales, gracias a la política de bloqueo solicitada por Guaidó, el país ha experimentado pérdidas cercanas a los 200 mil millones de dólares.