El juez federal de distrito de EE.UU, James Boasberg, autorizó la incautación de más de 1.1 millones de barriles de gasolina provenientes de Irán, con destino a Venezuela.
La demanda interpuesta va dirigida a impedir el desembarco en costas venezolanas de 4 nuevos buques petroleros iraníes: Bella, Bering, Pandi y Luna.
Según la autoridad norteamericana, el contenido de los buques petroleros podrían ser incautables «si (…) entran en aguas territoriales de Estados Unidos, pero que las medidas podrían empujar a otros países a cooperar en la incautación del combustible», asegura Reuters.
La orden facilita así a la posibilidad que autoridades marinas de EE.UU., se apoderen del combustible.
La demanda correspondiente se presentó en el Tribunal de Distrito de Columbia y busca detener futuras entregas.
¿Cuándo aplica y cómo sería el procedimiento de incautación de gasolina?
Si bien aún se desconoce si el Presidente Donal Trump hará uso de esta medida, resulta interesante conocer bajo qué circunstancias es posible incautar bienes en EE.UU.
Según el documento «Instrumentos y procedimientos de los Estados Unidos para la recuperación de activos: Guía práctica para la cooperación internacional», de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), las incautaciones son posibles cuando los bienes son declarados ilegales, porque provienen del crimen en general o por corrupción.
Luego de ello, el procedimiento legal sería:
- Identificar el crimen subyacente y evidencia admisible para establecer la conducta
criminal; - Identificar y ubicar los activos sujetos a confiscación;
- Demostrar (a través de la evidencia) la relación de causalidad entre los
activos y la conducta criminal; - Incautar o congelar los activos;
- Confiscar los activos; y
- Repatriar y disponer los activos confiscados.
A la fecha, Estados Unidos insiste en acusar al gobierno del presidente Nicolás Maduro de ilegítimo, corrupto y aliado al narcotráfico internacional.
Como se nota, estos argumentos son coincidencialmente los necesarios para hacerse de los recursos del país.
De igual manera, EE.UU. señala a Irán como estado terrorista, indicando que la Guardia Revolucionaria es la causante de proliferación de “armas de destrucción masiva», según precisa el Departamento de Justicia en un comunicado.
Al respecto, Irán y Venezuela siguen denunciando que las acusaciones hechas no poseen fundamento y son una clara intromisión en el desarrollo libre del mercado internacional y parte del juego sucio contra ambas naciones.
La presión de EE.UU. incluso llevó a incluir en su «lista negra» de la OFAC a los capitanes de petroleros que ya han hecho entregas al país bolivariano.
Si bien Irán aún no se pronuncia sobre esta nueva amenaza, su respuesta ante el último infructuoso intento por impedir el arribo de los buques petroleros fue que se reserva el derecho a adoptar “las medidas apropiadas y necesarias”.