Tras asegurar que le «pareció bien» el llamado de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) de participar en las elecciones del venidero 6D; el presidente Nicolás Maduro dijo que le parece podría abrirse una puerta de diálogo entre su Gobierno y la Iglesia venezolana.
«Hemos tenido muchas diferencias durante 20 años y parece que podría abrirse una puerta de diálogo entre nosotros; el bloque histórico revolucionario, las fuerzas bolivarianas, el Gobierno Bolivariano, y la Conferencia Episcopal Venezolana. ¡Ojalá!».
En ese sentido, anunció que encargará a su vicepresidente sectorial de comunicación, cultura y turismo, Jorge Rodríguez, «que, una vez supere el coronavirus, haga los contactos. Para ver si pudiéramos tener algunas conversaciones. Creo que es positivo. Dios quiera».
La CEV llamó a Guaidó a votar
El pasado 11 de agosto, la cúpula de la Iglesia católica venezolana llamó al pueblo a participar en las elecciones parlamentarias del próximo 6 de diciembre. En tal sentido, el episcopado se distancia de la propuesta de abstención que promueve el sector de la derecha dirigido por Juan Guaidó.
En un comunicado la Conferencia Episcopal Venezolana señala expresamente el papel que deben cumplir los voceros de la oposición que se niegan a la vía electoral. «Deben asumir la responsabilidad de buscar salidas y generar propuestas para el pueblo que durante años ha creído en ellos».
Asimismo, el sacerdote jesuita y vicerrector de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), Arturo Peraza, consideró que el diputado Guaidó planteó una ruta que «no tuvo éxito y ha quedado atrapado«. «Yo siento que, si algo le falta al liderazgo político actual, es esa capacidad de replantear el escenario y buscar alternativas. Repetimos un mantra desde el año 2019 y ya estamos casi en 2021 y no lo cambias. La política no funciona así”, recalcó.
Manejo impopular
Esta situación ha derivado en altos niveles de pérdida de seguidores en el seno de la sociedad venezolana. De acuerdo con Peraza, hay “un fuerte índice de rechazo de la población hacia la oposición que parece estar ciega, sorda y muda. No habla. No oye y no ve. Dicen que ven, pero no están viendo la realidad de la gente”, expresó el líder religioso.
El sacerdote, quien también es politólogo y abogado, rechazó el llamado a no participar como una opción válida. «La simple lógica de la abstención lo único que deja es una sensación de que no hay alternativas y un gigantesco vacío. La Iglesia no apuesta nunca a la violencia, pues complica más», sumó.
