Con la oferta de ser un mandatario que no buscará la división sino la unión y esperanza entre los ciudadanos de su país, Joe Biden pronunció su primer discurso como presidente electo de los Estados Unidos; a pocas horas de conocer la ventaja que le otorgó la victoria.
“Prometo ser un presidente que no busque dividir sino unificar, que no vea estados rojos o azules, sino que vea a los Estados Unidos”, expresó el nuevo administrador de la Casa Blanca; hoy 46° presidente del país norteamericano.
La comparecencia del nuevo jefe del gobierno de Washington, estuvo plagada de referencias a elementos como la dignidad, respeto, derecho a la salud y la solidaridad para sus connacionales, pero sin mencionar ningún aspecto de la política exterior.
También apeló a principios religiosos y alusiones a la biblia, y en sus palabras inclusive expresó que “este es el momento de la sanación en Estados Unidos”.
Por otra parte, defendió puntos con los que claramente busca marcar la diferencia con respecto a las opiniones de su contrincante, Donald Trump. Citó, por ejemplo, la importancia que le dará su gestión al control de la covid-19.
Asimismo, envió un mensaje de respaldo a las comunidades de la sexodiversidad, latinos y afrodescendientes; sectores especialmente maltratados por Trump a través de su discurso y perdieron la esperanza en sus políticas.
Expectativa mundial
Con una tradición guerrerista y un récord con más de 50 países invadidos en su historia republicana, el sistema hegemónico estadounidense pareciera no ofrecer un panorama con mucha esperanza a lo externo; como lo promete Biden para sus conciudadanos.
Además, hay que recordar el fantasma de la Doctrina Monroe, utilizada para justificar atrocidades políticas, legales y militares; con la excusa de garantizar el principio de “América para los (norte) americanos”. Este factor también deja abierto el debate sobre las posibilidades reales de cambio en las relaciones internacionales con la nación del norte.
En lo que a Venezuela se refiere, hasta ahora, Biden arrastra la sombra de haber sido el vicepresidente de Barack Obama; el gobernante que en 2015 declaró al país suramericano como “una amenaza inusual y extraordinaria” e inició el infausto camino de la imposición de sanciones y medidas de bloqueo.
Otro de los elementos que ya es objeto de análisis y debate en cuanto al primer discurso de Joe Biden como presidente electo; quedó plasmado en los últimos 10 segundos de su pronunciamiento. El nuevo presidente mencionó el elemento militar, para dar cierre a sus palabras. «Dios bendiga a América, Dios proteja a nuestras tropas«, dijo.