Al montar tienda aparte de cara a las elecciones legislativas del 6 de diciembre, una porción de partidos de la izquierda venezolana, que hacían vida en el Gran Polo Patriótico, le han terminado haciendo el juego al enemigo y a sus pretensiones injerencistas.
Es el caso del histórico Partido Comunista de Venezuela (PCV), una porción de Patria Para Todos (PPT), el partido Izquierda Unida y el MBR-200 que ahora hacen vida en la Alternativa Popular Revolucionaria. También ocurrió algo similar con el Movimiento Tupamaro.
Cómo quiere el enemigo
Estas fuerzas políticas se separan de la estructura chavista, precisamente en el momento de mayor asedio de parte las altas autoridades norteamericanas contra el país. Lo más insólito de todo esto, es que la estrategia de debilitar la unidad interna del chavismo constituye un plan de vieja data.
Como recuerda el editor del portal Misión Verdad, William Serafino, desde 2004 los Estados Unidos tenían entre sus prioridades debilitar las alianzas del chavismo, por distintas vías. Esto según desprende de un cable filtrado de WikiLeaks.
Este cable filtrado por WikiLeaks muestra cómo la Embajada de EEUU (junto a la USAID) aplicó una estrategia híbrida para atacar a Hugo Chávez.
El punto 3 era clave: "Dividir al chavismo".
Años después sectores de "izquierda", de memoria corta, apuestan al bando enemigo. pic.twitter.com/Nnz56qeE08
— William Serafino (@williamserafino) September 22, 2020
A juicio de Serafino, estas corrientes de izquierda han quedado entrampadas en sus propios errores conceptuales. Lo que les ha limitado en su capacidad de comprensión e interpretación del difícil momento que vivimos en la actualidad.
Extravíos infantiles
«Las corrientes autodenominadas de <<izquierda>> se han extraviado por sus propios mitos. Según su corolario, los militares (y menos los policías) por esencia no son revolucionarios, la comuna debe sustituir toda forma de <<burocracia>>, el Estado siempre es malo, siempre se debe acorralar a los empresarios«, Señala Serafino.
Tampoco es la primera que esto ocurre, ya en el pasado en tiempos del Comandante Chávez también se habían presentado diferencias de este tipo. Y también hubo momentos de resonantes rupturas. El caso tristemente célebre de, Ismael García, fue uno los más emblemáticos.
Lo curioso es que sin el liderazgo de una figura como Chávez, es poco probable que éstos líderes hubieran alcanzado el poder en algún momento. En tiempos de la IV República no dejaron de ser un relleno, perfectamente amoldado al sistema que decían combatir. A este fenómeno el líder histórico de la Revolución Rusa, Vladimir Ilich Lenin, lo denominó el infantilismo de la izquierda.
