Iván Duque: Luz en la calle y oscuridad en casa

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En Colombia crece diariamente la cifra de asesinatos a líderes sociales y campesinos, a manos de grupos paramilitares, en medio de la impunidad que avala la gestión del gobierno central. Sin embargo, el presidente Iván Duque insiste en desconocer el clamor que surge en la calle, a la luz de las denuncias y promete políticas humanitarias para ciudadanos afganos.

En medio de la crisis que atraviesa Afganistán, tras la huida de las fuerzas de ocupación estadounidenses, que invadieron la nación del medio oriente durante 20 años; el mandatario colombiano se comprometió, mediante un acuerdo con la Casa Blanca, a acoger a unos 4 mil afganos “en tránsito” hacia Norteamérica.

“Colombia también se une al grupo de países aliados que va a ofrecer apoyo a los Estados Unidos. Para aquellas personas nacionales de Afganistán que le prestaron ayuda a los Estados Unidos por años; quienes están en proceso de hacer un registro y un traslado migratorio a ese país, para que estén en Colombia temporalmente”, expresó Duque.

Por su parte, el embajador de Estados Unidos en Colombia, Philip Goldberg, secundó las declaraciones de Duque al manifestar que Washington agradece al gobierno colombiano por adoptar la medida. Un discurso que politizó al hacer referencia a la supuesta atención que presta Colombia al supuesto “desastre humanitario de Venezuela”.

Colombia en crisis

Sin embargo, mientras Iván Duque ofrece soluciones humanitarias para ciudadanos de Afganistán, el problema de las masacres en territorio colombiano cada vez es más grave. Recientemente la cifra llegó a 109 líderes ajusticiados en lo que va de 2021, para un total de 1225 desde que el gobierno y los grupos rebeldes firmaron el “acuerdo de paz”.

El sábado pasado se sumó a la lista de muertes violentas el vicepresidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda La Punta Eliécer Sánchez Cáceres; así como Hernando Sogamoso, compañero de trabajo del líder comunitario. Estos nuevos casos recibieron el rechazo de movimientos y defensores de derechos humanos en Colombia.

Además, el país neogranadino también sufre las consecuencias humanitarias de un conflicto armado que data de 6 décadas y al cual ningún gobierno ha presentado una solución real. Por el contrario, se expande cada vez más la acción de grupos paramilitares y narcotraficantes; incluso con vínculos evidentes con las altas esferas de poder económico y político.

La semana pasada la ONG Indepaz denunció otro asesinato, en el cual las víctimas fueron 3 jóvenes. El ataque se produjo en la zona rural del municipio de Santander de Quilichao, en el norte del Cauca; mientras un grupo de personas asistía a una fiesta de cumpleaños.

 


 

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