El sistema económico actual engendra crisis y ensancha las brechas entre ricos y pobres. Puede decirse que, a estas alturas, ese hecho constituye una verdad de Perogrullo. Sin embargo, algunas veces se producen unas situaciones tan pintorescas que dejan al descubierto en toda su crudeza, las injusticias derivadas de una lógica excesivamente mercantil; capaz de pechar incluso a quien ya está en la más completa miseria.
Se ha conocido que en Bruselas las autoridades han dispuesto emitir algo así como certificados de indigencia, para que las personas en situación de calle tengan «derecho» a dormir a la intemperie, mientras dure el toque de queda implantado para contener las cadenas de contagio de covid-19.
El nombre «técnico» de este peculiar documento para indigentes es un certificado de no vivienda. Y con él se pretende «ayudar» a las personas en esta difícil condición, para que no sean multadas, al incumplir la normativa.
Certificado de exclusión
«No es necesariamente su decisión, porque los refugios no tienen la capacidad suficiente para albergarlos a todos. Por tanto, sería un doble castigo escribirlos porque no pudieron encontrar refugio en un centro. Para nosotros, el primer objetivo de la dispensación de estos certificados es protegerlos de una multa y asegurarnos de que no se les moleste cuando intenten encontrar un refugio improvisado en el exterior», según ha señalado Christophe Thielens, portavoz de la organización de ayuda Samusocial.
El mundo al revés, como diría, Eduardo Galeano, el Estado en lugar de preocuparse por atender a estas personas indigentes, que han tocado fondo; se preocupa del formalismo de expedir «un certificado» para que tengan derecho a seguir en la miseria. Ni siquiera se plantea dotarles de alimentos y el material sanitario indispensable para evitar posibles brotes en esta población, más vulnerable.
Buena parte de los países europeos han tomado medidas preventivas para intentar frenar la expansión de la covid-19, que en esta segunda ola ha vuelto a poner en jaque a las economías y sociedades de varios países del viejo continente.