En su empeño por meter las manos en los asuntos internos de las naciones extranjeras, La Casa Blanca volvió a chillar por la urticaria que se desató luego de la ratificación de la inhabilitación de María Corina Machado.
Esto iría en contra de sus planes injerencistas de apoderarse de las empresas y recursos venezolanos fácilmente. Ya que la exdiputada en repetidas ocasiones ha demostrado que será condescendiente con las peticiones del gobierno de turno de EE.UU.
Así lo hizo hace casi 20 años, por allá en el 2005 cuando se sentó en la oficina oval a mostrar sus rodillitas al presidente de turno, George W. Bush, quien se convirtió en un acérrimo rival del gobierno que lideraba Hugo Chávez. Esta reunión estuvo destinada a solicitar mayores recursos para mantener viva una agenda desestabilizadora en el país, promovida por algunos partidos de derecha y también financiada por ONGs como la que presidía Machado en aquellos años, Súmate.
Lo curioso, pero predecible, sucede cuando en otros países de la región el uso de la inhabilitación no causa ninguna reacción a las barras y las estrellas en Washington. Solo mencionaremos algunos casos para hacer contexto.
Evo
empezando por el más reciente, con el compañero y líder boliviano Evo Morales. En este caso, el Tribunal Constitucional Plurinacional de Bolivia (TCP), acatando una opinión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), suspendió la reelección indefinida en el país con una sentencia que, además, inhabilita su candidatura en las elecciones de 2025. Ni el actual presidente estadounidense Joe Biden ni su administración refutaron o se pronunciaron al respecto.
A pesar de que esta medida afecta directamente al expresidente y líder sindical de los productores de coca y del Movimiento al Socialismo (MAS), Morales manifestó que, «en la historia democrática de Bolivia, nunca existieron limitaciones para la reelección consecutiva y continua, y recalcó que la resolución del TCP respondía a un amparo por libertad de expresión y no por la habilitación o inhabilitación».
Evo Morales estuvo frente al gobierno boliviano por mandato del pueblo en varias elecciones democráticas desde el 2006 hasta el 2019.
Cristina
Bajamos un poco en el mapa para recordar lo ocurrido con la expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner en 2022. Estuvo en la Casa Rosada durante 2 gestiones, 2007-2011 y reelecta para el período 2011-2015.
En diciembre de 2022, a Cristina Fernández la inhabilitaron para ejercer cargos públicos de por vida, por supuesta administración fraudulenta. Aunque hasta el momento no han podido presentar pruebas contundentes en su contra. La medida claramente fue una maniobra política para sacarla del juego electoral.
Rafael
Lo mismo ocurrió en Ecuador con Rafael Correa, a quien le impidieron postularse como vicepresidente en el 2020, tras acusarlo de corrupción. En este caso tampoco se le pudo comprobar nada.
Contexto
La inhabilitación de los 3 expresidentes solo fue una jugada política para sacar del juego a líderes de izquierda de la región, por lo que su defensa no estaba en la agenda de la derecha internacional. Caso contrario de María Corina Machado, quien sí es una figura clave para atentar contra Venezuela y sus recursos.
La Casa Blanca únicamente ha elevado su voz para defender a sus intereses que hoy se visten con blusa blanca y perlas, al mejor estilo de María Corina Machado. Su ficha se reduce a otro títere, un sujeto que puedan moldear y doblegar según dicten sus intenciones. EE.UU. mantiene ese empeño en derrocar a gobiernos que les generan cierta piquiña y urticaria por no dejarse robar sin hacer respetar su soberanía. La terquedad de defender la Patria es la alergia del imperialismo.