La farmacéutica AstraZeneca reveló un informe en el que da detalles de los estudios de la Fase III de la vacuna contra el coronavirus que desarrolla junto a la Universidad de Oxford.
El documento revela que no fue uno sino 2 los voluntarios que experimentaron reacciones adversas al medicamento, lo que obligó a detener 2 veces los ensayos clínicos.
La divulgación del informe sería el resultado de la presión de expertos sobre la compañía, a la que le reprochaban “falta de transparencia” en el estudio de la vacuna contra el covid-19, y de la cual ya varios países han suscrito su compra antes de estar lista.
Según la compañía, no hay evidencias concluyentes de que los dos pacientes que desarrollaron mielitis transversa haya sido consecuencia de la vacuna. Para llegar a esta afirmación, AstraZeneca indicó que contrató a una empresa independiente.
El primer caso de paciente con reacción adversa sucedió en julio; y el segundo en septiembre y ambos fueron diagnosticados con la misma enfermedad: mielitis transversa.
De acuerdo a un dato del profesor de la Universidad de Pensivalnia, Paul Offit, en los EE.UU. se cuenta un caso de mielitis transversa cada 236 mil pacientes; mientras que en el Reino Unido ya van 2 en apenas 8 mil participantes de los estudios.
Según la reseña de medios internacionales, los expertos conocedores del informe de AstraZeneca expresan que dos casos de mielitis transversa entre unos pocos miles describe al menos un “patrón peligroso”, sugiriendo ya que la aparición de un tercer caso tendría que detener el estudio.
Síntomas de la mielitis transversa
De acuerdo a la experiencia médica respecto a esta enfermedad, solo un tercio de los que padecen esta enfermedad se recuperan; los que no pueden quedar con debilidad muscular y problemas urinarios, y los casos más graves pueden quedar confinados a una cama o silla de rueda.
Los síntomas habituales descritos por la literatura médica respecto a la “mielitis transversa” son “dolor súbito de espalda, además de dolor de cabeza o cuello”.
Adicionalmente “se desarrolla hormigueo, entumecimiento y debilidad muscular en los pies; y los síntomas pueden empeorar dando lugar a parálisis, pérdida de sensibilidad, retención urinaria y pérdida del control de la vejiga y del intestino».