El pasado miércoles, la Suprema Corte de Brasil, suspendió el juicio que busca la aprobación de la ley, la cual amenaza a los indígenas; con ser desplazados de sus tierras. El inconstitucional PL (proyecto de ley) 490, fue promovido por Jair Bolsonaro, presidente de Brasil, en contra de los pueblos originarios, con intereses privados; entre estos: regularizar la minería clandestina, y el agronegocio, con el cultivo de transgénicos.
En este sentido, por cuarta vez en 2 meses, fue aplazado para este jueves 26, el juicio que se iba a llevar a cabo el pasado miércoles. Bolsonaro, ataca a la Suprema Corte por esta decisión, temiendo que dicho proyecto sea archivado.
Bolsonaro tenta ‘fragilizar o STF na decisão sobre o marco temporal’, diz assessor do @ciminacional https://t.co/XEqw1hUX9P
— Rede Brasil Atual (@redebrasilatual) August 26, 2021
Al temor de Bolsonaro, se suma la presión de la lucha indígena, presente en las calles de la capital de Brasil, Brasilia. Así, más de 6 mil indígenas se movilizan, en pro de sus derechos constitucionales; se estableció un campamento, llamado: Lucha por la Vida. Es evidente que, el amedrentamiento del Bolsonaro no detiene a los indígenas, en la defensa de sus tierras.
Joenia Wapichana, primera mujer indígena, en ser elegida como diputada de la cámara de Brasil. Luego del planteamiento del PL-490, responde al irrespeto de Bolsonaro, en contra del pueblo originario de Brasil:
«A los pueblos indígenas no nos sirve esto. Nos sirve completar la demarcación de tierras indígenas, nos sirve la seguridad, la fiscalización, nos sirve sacar a los mineros, invasores y madereros que continuamente están atacando las tierras indígenas».
¿Por qué el PL-490 es inconstitucional?
A finales de junio de este año, la Cámara de Diputados de Brasil, trató como único punto de la orden del día, la aprobación del proyecto de ley 490 (PL-490) que fue planteada en el 2007, durante el gobierno del golpista Michel Temer. El proyecto anti-indígena del bolsonarismo, terminó aprobado con 40 votos a favor y 21 en contra; sin considerar que dicho proyecto que busca arrebatar a los indígenas, el derecho a sus tierras ancestrales, es totalmente inconstitucional. Esto, lo afirma el artículo 231, de la constitución de Brasil:
«Las tierras tradicionalmente ocupadas por los indígenas están destinadas a su posesión permanente y tendrán el uso exclusivo de los recursos de la tierra, los ríos y lagos existentes en ellas».
De este modo, en contra de la constitución de Brasil, la bancada ruralista, se apresuró en aprobar el proyecto, luego de que, un día antes se atacara violentamente, con balas de gomas y bombas lacrimógenas, a los indígenas que protestaban de forma pacífica en las afueras de la cámara, estando presente niños y ancianos.
La absurda tesis ruralista, argumenta que: «Los pueblos indígenas solo pueden reclamar tierras donde ya estaban el 5 de octubre de 1988”, año en que fue promulgada la Constitución.
Por su parte, Joenia Wapichana, diputada indígenas de la cámara, expresó:
«Estamos viviendo nuestro peor momento. El gobierno de Bolsonaro nunca tuvo una propuesta positiva para los pueblos indígenas. Y ahora esos proyectos, que son un completo retroceso para nosotros, se están votando de una forma más rápida».
