Maradona, una de las leyendas del fútbol de todos los tiempos, murió de un infarto en su casa de Buenos Aires, a los 60 años de edad. Tras su muerte, la fiscalía argentina inició una investigación por negligencia médica en los procedimientos médicos aplicados en su tratamiento y sobre el personal de salud involucrado en su cuidado. 7 profesionales encargados de la salud de Diego Maradona fueron imputados en noviembre pasado. La Fiscalía General de San Isidro – Argentina declaró homicidio con dolo eventual y citó a declaración indagatoria.
Luego de recibir el informe de una junta médica integrada por 11 peritos oficiales; el Fiscal John Broyad, y su equipo de investigación, tomó la decisión de cambiar la imputación de homicidio culposo a dolo eventual; asegurando que Maradona fue «echado a su suerte».
De acuerdo con el informe pericial, el equipo de salud encargado de atender a Diego A. Maradona aplicó un tratamiento «inadecuado, deficiente y temerario».
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? Se trata de profesionales de la salud que asistieron a Maradonahttps://t.co/bJYuCqg7DU
— Diario SPORT (@sport) May 20, 2021
Los imputados
El neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov y el psicólogo Carlos Díaz. Así como los enfermeros Dahiana Madrid y Ricardo Almiron, junto a su jefe Mariano Perroni; además de Nancy Forlini, persona encargada del enlace entre la empresa de medicina prepaga y el equipo médico del futbolista; están imputados por homicidio y citados a juicio.
El delito por el cual son citados los 7 profesionales de la salud ligados a la atención medica de Maradona, prevé una pena de entre 8 a 25 años de cárcel. Al equipo médico además se le prohibió la salida del país.
El informe pericial
Según el informe pericial, el equipo médico «representó cabal y acabadamente la posibilidad del resultado fatal respecto del paciente y fueron absolutamente indiferentes a esa cuestión».
La junta médica encargada de la investigación además concluyó que Maradona comenzó a morir «12 horas antes» de que fuese confirmada su muerte. Agregó que los acompañantes terapéuticos debían controlar que el futbolista no ingiriera bebidas alcohólicas durante su tratamiento.
«En ningún momento se le colocaron los límites a las demandas del paciente al que debían contener, acompañar y velar por su completo bienestar». El informe también manifiesta que Maradona «desde la internación en IPENSA, no se encontraba en pleno uso de sus facultades mentales, ni en condiciones de tomar decisiones sobre su salud».
Por su parte, el doctor Leopoldo Luque negó una mala actuación, durante una rueda de prensa realizada en noviembre pasado. Luque entre lagrimas expresó que había hecho todo lo que pudo, «hasta lo imposible» para salvar la vida del futbolista.
«¿Quieren saber de qué soy responsable? De haberlo amado, de haberlo cuidado, de haber extendido su vida, de haberla mejorado hasta el final».
