Hipertensión Arterial: ¿Qué saber? ¿Qué hacer?

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Según la Asociación Americana del Corazón (AHA) la Hipertensión Arterial (HTA) se define de la siguiente forma: “La presión arterial es la fuerza de la sangre contra las paredes de los vasos sanguíneos. Se mide en milímetros de mercurio (mm Hg). La presión arterial alta (HBP) significa que la presión en las arterias es mayor de lo que debería. Otra denominación de la presión arterial alta es hipertensión. La presión arterial se expresa en dos números, como por ejemplo 112/78 mm Hg. El primer número (sistólico), es la presión cuando late el corazón. El segundo número (diastólico) es la presión cuando el corazón descansa entre latidos”.

La Hipertensión Arterial es una entidad de salud de origen biopsicosocial, con determinantes que van desde los genéticos hasta sociales, por lo que el abordaje es indiscutiblemente transdisciplinario, debido a que las estadísticas contrastadas con el impacto sobre la macro y la micro economía por influencia de esta entidad patológica son de grandes recursos que pudieran disminuirse tan sólo con mejorar los sistemas de información y formación de las personas que se exponen o están vulnerables a tener hipertensión Arterial (HTA).

La Hipertensión Arterial según datos oficiales de la OMS:

Se estima que en el mundo hay 1130 millones de personas con hipertensión, y la mayoría de ellas (cerca de dos tercios) vive en países de ingresos bajos y medianos. En 2015, 1 de cada 4 hombres y 1 de cada 5 mujeres tenían hipertensión. Apenas 1 de cada 5 personas hipertensas tiene controlado el problema. La hipertensión es una de las causas principales de muerte prematura en el mundo.

Una de las metas mundiales para las enfermedades no transmisibles es reducir la prevalencia de la hipertensión en un 25% para 2025 (con respecto a los valores de referencia de 2010).

Un examen de las tendencias actuales muestra un aumento del número de adultos con hipertensión, que pasó de 594 millones en 1975 a 1130 millones en 2015. El incremento se observó especialmente en países de ingresos bajos y medianos, lo que se explica principalmente por el aumento de los factores de riesgo en esas poblaciones.

En Venezuela el contexto es similar al comportamiento de nuestra América, en nuestro país representa una de las primeras 3 causas de muertes por enfermedades crónicas, además el costo directo casi representa el total de recursos destinados para el sistema de Salud Pública, muy similar a los que ocurre en su vecino Brasil, que representó en el 2018 1,4% del gasto anual para el tratamiento de HTA en todo el Sistema Único de Salud Pública de ese país. En los estados unidos por ejemplo, sólo el tratamiento para HTA, representa el 0,08% del PIB de ese país.

¿Qué dicen las Asociaciones Internacionales sobre las cifras de presión arterial?

De acuerdo con la mayoría de las guías internacionales como la europea, se diagnostica hipertensión cuando la presión arterial sistólica (PAS) de una persona en el consultorio o clínica es ≥140 mm Hg y / o su presión arterial diastólica (PAD) es ≥90 mmHg después de repetidas evaluaciones.

Más allá del diagnóstico clínico, están la valoración epidemiológica de estos casos y los determinantes sociales que pueden desencadenar estas entidades que tiene un alto componente social y conductual, pues es el estrés social y laboral, las condiciones de vida impuestas, el consumo de alimentos procesados o ultra procesados, además del consumo de tabaco y cafeína, entre otros elementos que pueden y deben ser modificados para evitar entonces padecer HTA.

No es nada casual que el incremento de entidades cardiovasculares sean las principales causas de muerte en el planeta, además que estas estén en franco crecimiento desde finales del siglo pasado en los países de mediano y bajos ingresos, donde el acceso a los servicios básicos como los de salud es reducido, además la alimentación este reducida a consumo de ultra procesados, así como el estrés laboral y social esté vinculado directamente con la precarización del trabajo y los cuidados de la salud sean más costosos, donde las personas deban optar entre comer o procurar atención médica.Más allá del diagnóstico clínico, están la valoración epidemiológica de estos casos y los determinantes sociales que pueden desencadenar estas entidades que tiene un alto componente social y conductual, pues es el estrés social y laboral, las condiciones de vida impuestas, el consumo de alimentos procesados o ultra procesados, además del consumo de tabaco y cafeína, entre otros elementos que pueden y deben ser modificados para evitar entonces padecer HTA.

Las estrategias para los cuidados de salud de las personas con Hipertensión Arterial deben estar entonces dirigidas principalmente a reducir los determinantes psicosociales, además ver con suma rigurosidad y particular atención los determinantes biológicos, que en cada caso o persona puede ser muy distintos. El último recurso para usar en las personas con HTA es el uso de medicamentos, está debidamente evidenciado, que al reducir los determinantes puede controlarse la HTA; que es un signo orgánico que alerta sobre que algo anda mal y que debe corregirse, para nada debe etiquetarse, o condenarse a nadie con HTA; puesto a que este signo fisiológico además de común, no es incapacitante hasta no estar en una fase de falla multi órganos, que tome el estado general del paciente, que para llegar a dicho estadio deben pasar por mucho descuido de la salud y amerita entonces estrategias más contundentes.

Debe cuidarse la salud mental de estos pacientes, toda la evidencia demuestra que al progresar el tiempo las enfermedades cardiovasculares generan también deterioro cognitivo progresivo, además el estado anímico debe ser parte de lo que cuidemos, sobre todo los profesionales de la salud que hacen uso de términos que pudieran agredir la salud mental de los pacientes .Es importante no cometer iatrogenia (daño inconsciente al paciente), catalogando al paciente con HTA arterial pre o post diagnóstico, como “enfermos”. Si bien padecen una entidad patológica, llamarles “enfermemos” es perder terreno en la recuperación de los pacientes, que pudieran incluso no tener HTA Sistémica, sino una mal toma de la presión arterial, por fallas en los protocolos o no calibración de los equipos con los que se toman los signos vitales.

El personal de Salud debe ser la mano amiga, el confidente y el soporte biopsicosocial de las personas con Hipertensión Arterial, puesto que el abordaje de estos pacientes no termina en la consulta, comienza en ella, debe hacérseles control, seguimiento y no sólo de los signos vitales y los exámenes de laboratorio, deben evaluarse con seguimiento periódico de todos los determinantes que le condujeron a dicha entidad. La Hipertensión Arterial, además de ser un problema de Económico y social, es un problema de Salud Colectiva.

Por: Dr. Ricardo León

Especialista en Medicina Interna

e Investigador (OSIMAVEN)

Maestrante en Salud Colectiva (IAE)

Publicado en LRDS.


 

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