A 2 meses de gobierno de Guillermo Lasso en la República de Ecuador, la gestión se perfila muy distante a la promesa según la cual en los primeros 100 minutos de mandato, arreglaría el «desastre» que aqueja a ecuatorianas y ecuatorianos en diversos ámbitos.
Durante su campaña Lasso acuñó la expresión de «100 minutos» para afirmar que tenía listos todos los decretos, cartas; así como proyectos de ley, decisiones y resoluciones listas para llevar cabo, en ese lapso, muchas acciones a fin de encontrar salidas a los problemas del país.
Con todo esto, Lasso insistió en que estaba preparado para gobernar en materia económica, sanitaria, ética y moral. Sin embargo, hoy por hoy la ciudadanía cuestiona la administración por considerar que va peor que la anterior, encabezada por el también derechista Lenín Moreno.
Huelga de hambre de los maestros, paro de arroceros, alza en el precio del combustible, retorno al #CIADI, embajadores puestos a dedo (pagar favores políticos), 18 ppls asesinados en la Penitenciaría del Litoral y Latacunga. ¿Así arregló el país en 100 minutos, @LassoGuillermo? pic.twitter.com/vcHjKG4MsO
— Daniel Granja? (@DanielGranja7) July 22, 2021
Constantemente Lasso, exbanquero conservador de 65 años, confirma su convicción neoliberal y anticorreista. Por ejemplo, uno de los compromisos que asumió desde la campaña es mantener el apego a las recetas del Fondo Monetario Internacional (FMI); como lo hizo su antecesor, Lenín Moreno.
Reportes financieros de la nación suramericana estiman que la deuda que asumió Morenos con el FMI y el Banco Mundial, prácticamente extienden la dependencia de esa nación con los organismos internacionales por al menos 30 años.
Realidad actual
Mientras tanto, transcurrieron esos 100 minutos de la promesa electoral y los 60 días de gobierno de Guillermo Lasso se cumplen en medio de protestas y huelgas de hambre por parte de la Unión Nacional de Educadores (UNE) para exigir reformas a la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI) y el pago de jubilaciones.
De igual forma, se levantan los reclamos de la Federación Nacional de Arroceros (Fenarroz) y la Federación Nacional de Productores Bananeros del Ecuador (Fenade); en una protesta nacional para exigir el pago mínimo acordado en cuanto a la producción.
A esas protestas se suman manifestaciones dirigidas por movimientos indígenas y campesinos ecuatorianos. Estos sectores se ven afectados por el incremento en el precio del combustible que ordenó el gobierno de Lasso.
También se mantiene la tensión en los centros penitenciarios, donde los reos reclaman el abandono de políticas de atención por parte del gobierno y protagonizaron recientemente motines que han dejado, hasta ahora, un saldo de al menos 21 privados de libertad asesinados.
