El Grupo de Boston presionó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para que negocie con el mandatario nacional Nicolás Maduro, el levantamiento de sanciones a la industria petrolera.
De acuerdo a un reportaje publicado por el diario español ABC, el coordinador del Grupo de Boston Pedro Díaz Blum, viajó a EE.UU. en noviembre de 2020, cuando Biden ganó las elecciones, para proponer una negociación que resuelva «la crisis petrolera».
«El nombre de Blum y del Grupo de Boston surge en numerosas conversaciones en Washington cuando se habla de posibles soluciones a la crisis venezolana. Después de que la política de mano dura de Trump no diera los resultados esperados», citó el reportaje de ABC.
En Washington, Blum se reunió con otro antiguo integrante del grupo, Gregory Meeks, quien preside la Comisión de Exteriores de la Cámara de Representantes.
Según ABC, Blum y el Grupo de Boston enviaron un documento al mandatario estadounidense con una propuesta clara sobre Venezuela.
El documento, de 4 páginas, plantea reactivar las ventas de petróleo y canalizar los ingresos a una cuenta de depósito en garantía para pagar programas humanitarios que estén supervisados por las Naciones Unidas.
Según el grupo, se podrían generar unos 50 mil millones de dólares al mes a partir de un nivel predeterminado de petróleo distribuido por las empresas mixtas de Pdvsa.
La propuesta llegó al Capitolio, al departamento de Estado, a la Casa Blanca y al Gobierno de Nicolás Maduro. Esto con el objetivo de normalizar las comuniones entre Estados Unidos y Venezuela.
El Grupo de Boston integra a políticos venezolanos y estadounidenses, quienes han trabajado para mediar entre ambos Gobiernos para alcanzar ciertos acuerdos.
Congresistas exigen el cese de las sanciones
El pasado 21 de junio, un grupo de congresistas estadounidenses envió una carta al secretario de Estado Antony Blinken y la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, para mostrar su preocupación por el impacto de las sanciones en Venezuela.
En la misiva instaron a la Administración de Joe Biden a levantar la política de “máxima presión” que venía de la gestión de Donald Trump.
Los firmantes señalaron que este tipo de sanciones son ineficaces para lograr sus objetivos. Por el contrario, son profundamente incoherentes desde un punto de vista de los derechos humanos.
«Porque compartimos su opinión de que los derechos humanos deben estar en el centro de la política exterior de los Estados Unidos (EE.UU.). Hemos estado profundamente preocupados por la extensa información sobre el indiscriminado y contraproducente impacto para el pueblo venezolano de las sanciones secundarias y sectoriales impuesto por la Administración Trump”; citó la carta.
