Golpe frustrado: 30 de abril en datos

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Golpe frustrado. Eso fue lo ocurrido el 30 de abril de 2019, luego de que un grupo de militares traidores a la patria dirigidos por los mismos que estuvieron al frente del golpe de Estado de abril de 2002, se apostaran en el distribuidor Altamira, frente a la Base Aérea Generalísimo Francisco de Miranda (La Carlota). La situación generó incertidumbre y contradicción en el seno de la oposición, que vio con esperanzas el hecho. Aquí algunos datos de la llamada «operación Libertad»:

El General que sacó a Leopoldo:

Manuel Cristopher Figuera era General del ejército venezolano, comandante para ese entonces del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (SEBIN). Fue el responsable de “liberar” al dirigente opositor y terrorista condenado por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), Leopoldo López. El General debía aparecer en el distribuidor Altamira, hecho que nunca ocurrió. Terminó montado en un avión rumbo a Estados Unidos (EE.UU.).

Dirigente del golpe:

Juan Guaidó se erigió como el promotor del golpe frustrado; sin embargo, es claro que quienes orquestaron todo fueron Leopoldo López y el gobierno de EE.UU., lo cual fue confirmado por diversos voceros de la Casa Blanca, vía Twitter.

El decreto del “interino”:

A tempranas horas del día Juan Guaidó “emitió” un decreto de amnistía a los «presos civiles y militares que hayan sido detenidos por motivos políticos», el cual solo fue efectivo en un “indulto” a Leopoldo López.

El convencido se quedó solo:

Leopoldo López dijo «mis custodios están con nosotros, estoy convencido que van a ser muchos más los miembros de la Fuerza Armada que se van a sumar al bando de Guaidó”. El número de oficiales desertores no aumentó, por el contrario fue disminuyendo a medida que pasaban las horas.

Jorge Rodríguez y su alerta:

El primer vocero oficial en publicar una información sobre el intento de golpe de Estado, fue el vicepresidente sectorial de comunicación, cultura y turismo, Jorge Rodríguez, dijo: «informamos al pueblo de Venezuela que en estos momentos estamos enfrentando y desactivando a un reducido grupo de efectivos militares traidores que se posicionaron en el distribuidor Altamira para promover un golpe de Estado contra la Constitución y la paz de la República».

Nervios de Acero:

Fue el mensaje del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, frente al intento de golpe de Estado, encabezado por el opositor, Juan Guaidó, quien aseguraba estar al mando de los comandantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.

Guaidó y su “ejército”:

Juan Guaidó afirmaba que contaba con el apoyo de “toda la Fuerza Armada Nacional” y que en las próximas horas se rebelarían, sin embargo quedó solo con 40 militares traidores.

Engañados:

La mayoría de militares, policías nacionales y funcionarios del SEBIN (inteligencia), manifestaron a los comandantes leales a Maduro y a los medios de comunicación que habían sido engañados por sus superiores y que al percatarse de la situación salieron a resguardarse en la Base La Carlota.

La copia barata del brazalete tricolor:

Todo levantamiento militar cuenta con símbolos, el golpe de Estado de Guaidó se identificó con una cinta de tela azul, que lucían los protagonistas de aquel fatídico día, emulando al brazalete tricolor que usó el pueblo venezolano durante los días de siembra del Comandante Hugo Chávez.

¿Apuntaban a quién?:

El grupo de militares traidores se apostaron en el distribuidor Altamira con armas de guerra y se veían en las imágenes que apuntaban, luego se supo que lo hacían a vehículos civiles que aún transitaban por la autopista.

La Carlota está tomada:

Fueron los titulares de las agencias de comunicación internacionales; sin embargo, los golpistas nunca entraron a la base aérea sino que se mantuvieron en el distribuidor Altamira.

Se fueron:

Leopoldo López y Juan Guaidó, hicieron llamados públicos a la sublevación y a que la “sociedad civil” se lanzara a las calles a apoyarlos, cuando la gente comenzó a llegar los dos dirigentes se fueron del lugar, abandonando a sus partidarios golpistas, pero el golpe frustrado se acababa.

Vestidos y alborotados:

CNN publicó una entrevista donde un presidiario “anónimo” dijo que los militares presos en Ramo Verde estaban “vestidos” con sus uniformes esperando ser liberados por Guaidó. Así se quedaron.

Infiltraron a la CIA:

Elliott Abrams, responsable de EE.UU. para Venezuela, dijo que se había creado un “grupito del Whatsapp” desde donde se dieron esas discusiones en las que supuestamente “participaron”: el presidente del Tribunal Supremo, Maikel Moreno, el ministro para la defensa, Vladimir Padrino, y al jefe de la guardia presidencial, Iván Rafael Hernández Dala. “Ellos negociaron durante mucho tiempo los medios para restaurar la democracia, pero parece que hoy no van a avanzar, al menos a partir de las 3 de la tarde, con los acuerdos que hicieron”, dijo Abrams.

El General que no pudo escapar:

Luego del golpe frustrado contra Maduro, el General de Brigada (GNB) Ramón Agustín Balza Liota, fue detenido por el inicio de la fase final de la operación Libertad y dejado solo por los dirigentes opositores.

Se fueron a las embajadas:

Leopoldo López pidió asilo en la Embajada de Chile en Caracas, Lilian Tintori, y su hija estaban allí desde la madrugada, luego fueron trasladados de suelo chileno y se dirigieron a la embajada española donde están actualmente. Por su parte, una veintena de militares traidores corrieron a refugiarse a la embajada de Brasil.

Los países que apoyaron el intento de golpe:

Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Colombia, Costa Rica, Panamá, Perú, Argentina, Chile y Brasil salieron a lanzar sendos comunicados apoyando la “recuperación del hilo constitucional en Venezuela” pero en realidad estaban apoyando un Golpe de Estado.

Todo normal:

A pesar de que estaba un golpe de Estado en curso, la vida en Caracas se desenvolvía con total normalidad, mientras las empresas de comunicación del mundo planteaban el “fin de la dictadura”, fotos y videos de enfrentamientos militares y una “guerra civil” en Venezuela. Algunos kioscos, supermercados, panaderías y otros comercios abrieron sus puertas a pocos metros de los sitios donde estaban Guaidó, López y los 40 traidores. Un opositor le dijo a la agencia EFE que “es como si todo y nada estuviera sucediendo al mismo tiempo”.

Guaidó nunca volvió:

Eran las 8 de la noche y el distribuidor Santa Fe, en Caracas, estaba más lleno que durante el día. Los manifestantes habían recuperado fuerzas y lo habían vuelto a tomar a las 6 de la tarde, algunos tenían la esperanza de que Guaidó, quien vive en la zona, pasara por allí pero no lo hizo.

No era hoy, era mañana:

Guaidó a final de la noche hizo una transmisión por redes sociales desde la comodidad de su hogar, donde dijo que “la fase definitiva de la operación Libertad para el cese de la usurpación continuaría este primero de mayo” dejando desilusionados a sus seguidores nuevamente.

Maduro ganó:

«Nunca antes en la historia de Venezuela había sucedido un levantamiento por el empeño obsesivo, nefasto de un grupo de oposición de la ultraderecha venezolana, la oligarquía colombiana e imperialismo estadounidense”, dijo Nicolás Maduro en horas de la noche cuando fue derrotado el golpe, asegurando el control total del país y de la Fuerza Armada.

El día después:

Guaidó aseguró que el levantamiento no era un golpe de Estado, sino “una rebelión pacífica en contra de un tirano que se encierra en cuatro paredes por miedo a darle la cara a nuestra gente”. Y continúa libre conspirando.

Pompeo y el avión:

El día siguiente el Secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, dio unas declaraciones en las que aseguró que Maduro “tenía un avión en la pista, estaba listo para partir, así lo entendemos, y los rusos le indicaron que debía quedarse”.

El cartel de Lima puso el punto final:

En un comunicado posterior a las acciones el Grupo de Lima llamó a la Fuerza Armada venezolana a “manifestar su lealtad” a Guaidó y responsabilizó sin pruebas al presidente Maduro por “el uso indiscriminado de la violencia” cambiando así el foco de la situación, ya no era un golpe de Estado, sino que Maduro reprimía a “manifestantes pacíficos”.

La pregunta de la jornada:

Usuarios al ver las fotos y videos del golpe frustrado se preguntaron ¿qué hacían los plátanos verdes en el sitio? Hubo un dirigente opositor que aseguró que era la “logística” de la operación.

 


 

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