Con 8076 contagiados y 329 muertes, Brasil se ha convertido en el segundo foco de Coronavirus del continente Americano, solo detrás de los Estados Unidos. Situación que unida a la persecución de líderes sociales y el detrimento de las condiciones de vida en el gigante de sur, ponen en jaque la figura de liderazgo del Presidente Jaír Bolsonaro.
Peticiones de separación del cargo y denuncias en instancias internacionales, han sido la orden del día del mandatario, quien continúa con su conservador y polémico estilo de gobierno.
Este viernes salieron a relucir informaciones por redes sociales, en la que el periodista Horacio Verbitsky, asegura que el general Walter Souza Braga Neto, jefe de la Casa Civil de Bolsonaro, asumió como “presidente operacional”. Acción que “No equivale a la deposición del presidente, pero sí a su reducción a una figura del tipo de una monarca constitucional, sin poder efectivo «
Dicho rumor, se afianza en que el pasado 30 de abril, Braga Neto asumió como Jefe del Estado Mayor del Planalto, lo que algunos leen como un cerco de las fuerzas armadas al presidente, cada vez más desprestigiado.
Por su parte, el portal castrense Defesanet, explica que se trata de una decisión que pretenden mantener en secreto; cuyo acuerdo “involucró a ministros y comandantes militares y al propio Presidente de la República”
Las presiones a Jaír Bolsonaro son reales, el descontento popular y de los distintos sectores de poder, parecen alinearse poco a poco; lo que debería conducir (en el escenario ideal) a una salida democrática del nefasto presidente.
La veracidad de esta información está en veremos, lo que si es cierto es que Brasil tiene un doloroso historial de dictaduras militares y una fuerza armada con intereses propios, que no necesariamente se acercan al pueblo.