Delegaciones de Cuba y Estados Unidos se reunirán este jueves en Washington para llevar a cabo una nueva ronda de conversaciones sobre el tema migratorio. La delegación cubana está encabezada por el viceministro Carlos Fernández de Cossío, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.
La última ronda de conversaciones entre ambas naciones se produjo en julio de 2018. Los encuentros entre ambas partes deben realizarse 2 veces al año. Sin embargo bajo la administración Trump, se dio un giro radical a la política de acercamiento entre Cuba y EE.UU. sobre todo, en torno al tema migratorio.
La viceministra de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal, lamentó que Estados Unidos tenga una política migratoria que calificó de «incoherente y diferenciada». Además, pidió a Washington cumplir con los acuerdos bilaterales en materia migratoria, como una forma de enfrentar el incremento de tráfico irregular hacia el vecino país.
En entrevista con @ARodriguezAP y @CNN_Oppmann, ratifiqué compromiso de #Cuba🇨🇺 con los acuerdos migratorios suscritos con #EEUU para garantizar una emigración regular, segura y ordenada, y la voluntad de sostener rondas de conversaciones habituales en esta área de interés común pic.twitter.com/MbGFLLvWx7
— Josefina Vidal (@JosefinaVidalF) April 19, 2022
El gobierno cubano denunció también el incumplimiento por parte del gobierno estadounidense del otorgamiento de un mínimo de 20 mil visas; tal y como se expresa en los acuerdos bilaterales previamente adquiridos sobre el tema migratorio.
Durante el transcurso de 2022, alrededor de 1.680 de cubanos fueron devueltos a la nación caribeña desde Estados Unidos, Islas Caimán, México y Bahamas. No obstante, de acuerdo con las autoridades federales norteamericanas, en el periodo entre octubre del año pasado y febrero del 2022, cerca de 46 mil cubanos arribaron a la frontera mexicana – estadounidense.
La viceministra de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal, agregó que Estados Unidos está proveyendo económicamente a muchos países de la región para reactivar sus economías, para ayudarlos a generar empleos; incluso apoyando proyectos de salud y educación. Pero sentenció que en el caso de Cuba, la política desde Washington es exactamente la contraria, «de máxima presión en el orden económico y por medio de medidas coercitivas».