Desde que se consumó el golpe de Estado en Bolivia, luego de la autoproclamación de personajes de la calaña de Jeanine Añez como presidenta y demás de represiones contra los alcaldes, gobernadores, diputados y demás simpatizantes del presidente Evo Morales y su partido MAS, el exsenador Arturo Murillo, quien además asumió de facto la dirección del Ministerio de Gobierno en Bolivia, brindó declaraciones sobre la persecución que emprenderán contra todo lo que apoye al presidente Morales.
Murillo afirmó que el nuevo Ejecutivo del país sudamericano irá «a la cacería» de Juan Ramón Quintana, ministro de Presidencia durante la Administración de Evo, y Raúl García Linera, hermano de Álvaro García Linera, quien debió exiliarse por este golpe a la democracia boliviana.
«Que empiecen a correr, los vamos a agarrar. No vamos a permitir una persona más que siga haciendo sedición en el país», dijo Murillo en rueda de prensa.
El político identificado con el partido Unidad Democrática (UD), quien llegó al Ejecutivo tras el golpe, señaló que «no habrá persecución a nadie, salvo al que comete delitos».
Continuando con las promesas incoherentes del Gobierno de facto, Murillo acotó que les darán «seguridad a todos», pero al tiempo, advirtió: «Aquel que trate de hacer sedición a partir de mañana, que se cuide».
