Estados Unidos se convirtió, en la última semana, en el centro de la pandemia el Coronavirus, tras sumar 258.611 casos confirmados y 6.660 muertes. En este escenario, la ciudad de Nueva York se muestra en la cúspide de la curva de contagio, con 102.863 casos y 2.935 fallecidos.
Esta situación de alarma, llevó al gobernador demócrata Andrew Coumo, a firmar una orden ejecutiva, que lo faculta a confiscar respiradores y otros materiales e insumos médicos, de los establecimientos de salud privados.
Para este viernes la ciudad de Nueva York, reportó 14.810 personas hospitalizadas de las cuales, 3.731 se encontraban en unidades de cuidados intensivos (UCI), lo cual no representa aún, el pico de contagio que debería llegar a mediados de Abril.
“La gente va a morir a corto plazo porque llegan al hospital y no hay camas con respiradores(…) necesitamos redistribuir los insumos del sistema”.
La media se pondrá en marcha en las próximas horas, de la mano con las fuerzas de seguridad del Estado; y no cuenta con la aprobación de la administración Trump, pues precisamente, obedece al silencio de las autoridades nacionales y la falta de respuesta dada la insuficiencia de recursos de las reservas federales.
Andrew Coumo, conocido por retar y contrariar ordenes de Washington, retó a sus oponentes, diciendo: “Si quieren demandarme por tomar prestado su exceso de respiradores para salvar vidas, que lo hagan”.