Luego de llegar a la presidencia de Chile con la promesa de «reparar las heridas del estallido social» que vivió su país en 2019 y que abrió paso al proceso constituyente; la gestión de Gabriel Boric ya afronta sus primeros desencantos y confrontaciones por parte del pueblo chileno.
Por esa razón, la nación suramericana se mantiene bajo tensión, en medio del descontento de sectores políticos y movimientos sociales, incluso de los que le dieron su apoyo al nuevo mandatario. De hecho, lo tildan de ser un «paquete chileno», en referencia a la popular expresión que en América Latina denota acciones de estafa.
En todo caso, las manifestaciones que algunos califican como el fin de la luna de miel para el gobierno de Gabriel Boric, se presentaron apenas 2 semanas después de que asumió el poder como presidente de la República de Chile, en reemplazo del ultraderechista Sebastián Piñera.
Y es que el motivo de la «desilusión» que vivieron muchos seguidores de Boric tuvo como causa el envío de un proyecto legislativo, desde la presidencia chilena hacia el Congreso; para beneficiar con medidas de indulto a funcionarios procesados por tener responsabilidad en los hechos de violencia en medio del «estallido social» de 2019.
Pamela en varios lados hay protestas y el reclamo es el mismo. Nos prometieron trabajo y contar con retiros y bienestar, y Boric nos engañó. Solo ayudo a los artistas. Literalmente está la cagada en las calles ahora están saliendo los trabajadores de verdad.
— Giuliana J. Parga ☭⃠ 🇨🇱 (@GiulianaParga) April 8, 2022
De igual forma, a esos hechos se sumaron los reclamos del sector estudiantil; desde donde exigieron el incremento en el monto de las becas denominadas «tarjetas de alimentación». Actualmente, ese pago establece alrededor de 2 dólares diarios y no han tenido ajustes desde hace 12 años, según los propios manifestantes.
¿Por qué le dicen traidor?
Las jornadas de protesta que ha protagonizado el pueblo chileno, en el primer mes de gobierno de Gabriel Boric; apuntan a criticar el hecho de que el ahora presidente adelantó una campaña electoral con un discurso de izquierda. Sin embargo, el pueblo considera que sus primeras acciones se orientan en una dirección distinta.
Por otra parte, el mandatario enfrenta críticas tras quedar en evidencia con giros «inesperados» y contradicciones al abordar temas que utilizó como bandera de campaña. Por ejemplo, el nombramiento de funcionarios por «amiguismo» y el abordaje de la política hacia el pueblo indígena Mapuche son algunos de los casos más sonados.
Pero, también se le señala de «traicionar» la prioridad que prometió darle a los intereses de los sectores más vulnerables; al negar un nuevo retiro de los fondos de pensiones. Así como la flexibilización de su compromiso con la «refundación» el Cuerpo de Carabineros, como fuerza pública responsable de violación a los derechos humanos.
Además, la oposición insiste en asegurar que con la nueva Constitución que espera aprobar el gobierno en septiembre; Boric afectará según sus intereses derechos como la propiedad privada, el debate en torno al aborto y la posibilidad de emprender expropiaciones en el país.
Igualmente, desde los centros de poder de la derecha mundial y los medios de comunicación alineados con esa dirigencia, no pierden la oportunidad para referirse desde ya a un fracaso de «la izquierda», por lo que señalan a Gabriel Boric de representar una experiencia fallida en muy corto tiempo y atribuirle apenas a un mes de mandato, problemas de impopularidad e ingobernabilidad que determinarán el futuro de su gestión.