Una fuerte polémica se vive en España por la Feria Internacional del Libro en Madrid. Motivada por algunos detalles referentes al “stand” colombiano como por ejemplo escritores no aceptados por el Estado neogranadino; argumentando parcialidad política.
Pero el más grande revuelo ha sido debido a la presencia del presidente colombiano Iván Duque en la feria. El rechazo a Duque ha sido tal, que 28 editoriales españolas han firmado un comunicado público despreciando la presencia del mandatario.
Varias de esas editoriales firmantes del documento, son las reconocidas: “Contrabandos”, “Traficantes de Sueños”, “El Economato”, “La Panafricana” y “La esquina del zorro”. En el comunicado expresan que “la presencia del presidente colombiano en nuestra Feria es un lavado de cara que no podemos pasar por alto. No se lava la sangre derramada a través de nuestro encuentro cultural más preciado”.
Heredero de sangre
A su vez, acusan a Duque de ser “heredero de la peor tradición uribista, la de los falsos positivos, los cuerpos mutilados, el narcotráfico y las matanzas paramilitares”. También, afirman que «el gobierno de Duque acalla a la disidencia que sale a protestar por sus derechos”.
Por su parte, Blas Garzón, directivo de la editorial Traficantes de sueños, declaró a medios de comunicación que, “Entendemos la cultura como un espacio de libertad. De modo que recibir al que es responsable directo de la represión, de las torturas y las desapariciones de los últimos meses, nos parece que merece una respuesta”.
Ante esta fuerte polémica, Duque decidió quitarle importancia al evento en su visita a Madrid. No sólo canceló la presentación de su libro sobre “Economía Naranja”, sino que ni siquiera la ministra de Cultura la mencionó en sus objetivos principales para el viaje en una rueda de prensa.