El expresidente de Ecuador, Rafael Correa, denunció un fraude ejecutado por Daniel Noboa en los resultados de la segunda vuelta presidencial de ese país, celebrada este domingo 13 de abril.
A través de su cuenta en X, Correa afirmó que «estadísticamente es imposible» que el actual mandatario haya ganado con el margen reportado y acusó a sus adversarios de manipular los comicios.
El fraude de Noboa, según Correa, se hizo evidente al comparar los resultados de la primera y segunda vuelta. «Todos saben que estos resultados son imposibles. Sacamos el mismo 44% de la primera vuelta. Estos mafiosos hubiesen podido disimular un poquito más», escribió en un primer mensaje. Horas después, cuando la candidata de Revolución Ciudadana, Luisa González, anunció que no reconocía los resultados, Correa insistió en que el gobierno cometió un error al exagerar la diferencia a su favor.
«Pueblo ecuatoriano: Ustedes saben que, a diferencia de nuestros adversarios, siempre hemos aceptado la victoria del oponente cuando ha sido limpia. Esta vez no lo es. Estadísticamente es imposible el resultado. Luisa sacaría prácticamente los mismos votos que en la primera vuelta. Hicieron un megafraude, pero cometieron un error: se les pasó la mano», señaló en otro tuit.
Según los datos oficiales, con el 93% de las actas escrutadas, Daniel Noboa habría obtenido el 55.85% de los votos, mientras que Luisa González alcanzó el 44.15%. Sin embargo, Correa destacó que en la primera vuelta (9 de febrero), la diferencia fue mínima: Noboa logró el 44.17% (4,527,606 votos) frente al 44% de González (4,510,860 votos). Para el expresidente, esta abrupta variación no tiene sustento estadístico y confirma la manipulación.
La denuncia de Correa ha generado polarización en Ecuador. Mientras sus seguidores exigen auditorías y transparencia, simpatizantes de Noboa descartan las acusaciones y atribuyen el resultado a una estrategia electoral efectiva. El Consejo Nacional Electoral (CNE) no ha respondido oficialmente a las declaraciones, pero el clima político se mantiene tenso ante posibles impugnaciones.
Correa, quien reside fuera del país desde 2017, sigue siendo una figura influyente en la política ecuatoriana. Sus críticas al fraude de Noboa reavivan el debate sobre la limpieza de los procesos electorales y podrían intensificar las movilizaciones de sus bases en los próximos días.
