A tan sólo 12 semanas para realizarse en Venezuela la elección número 25, en la que se definirá los nombres de diputados y diputadas a la Asamblea Nacional del periodo 2021-2026; un nuevo escenario político se teje en las filas opositoras de extrema derecha; entre sus más fuertes contrincantes que debilitan a la oposición: Henrique Capriles y Leopoldo López. ¿Un asunto de liderazgo o individualismo?
El pasado 5 de septiembre, luego de conocerse la postura de Capriles rumbo a las elecciones parlamentarias, Venezuela vuelve a ser centro de miradas en el mundo. Capriles convocó a participar en la contienda electoral de diciembre, anuncio que generó reacciones y un gran desafío dentro de las filas extremistas que adversan al chavismo.
Por ello, cabe mencionar el análisis del periodista Alonso Moleiro para El País de España, en el que refleja las diferencias existentes entre los dos políticos opositores, que se han retado para liderar la nación suramericana; pero que, por los constantes errores, han tenido fuertes contratiempos.
Diferencias y rivalidades
En el artículo «Henrique Capriles Y Leopoldo López, un enfrentamiento sin tregua desde hace décadas», Moreiro hace referencia a las diferencias, debilidades y rivalidades que han entorpecido para lograr acuerdos mínimos para enrumbar el liderazgo en el seno de la oposición extremista.
Alonso Moleiro señala que «ambos guardan silencio cuando tienen que verse las caras en las reuniones por Skype o Zoom. Las zancadillas que se han propinado han fundamentado una desconfianza terminal. Nadie ha sido capaz de responder por qué no ha sido posible una tregua; un contrato temporal de intereses mutuos tan común entre los políticos».
Debilidades y obstáculos en 20 años
En el artículo, se refirió también a las fortalezas y obstáculos que entorpecen el camino de estos dos personajes «ambos son animales políticos. Capriles es prudente, progresivo y colérico; López es impulsivo e individualista. Ambos identificaron en el otro un obstáculo para hacer realidad sus objetivos».
En tal sentido, refleja la antipatía entre ambos que los ha llevado a la derrota, «asumida como una realidad sin remedio entre los políticos de la oposición». En el artículo también afirma que estos factores presentes en ambos han generado «la comidilla frecuente en los corrillos de la prensa venezolana; durante los 20 años que ambos tienen en la vida pública».
¿Individualismo político?
También el periodista venezolano se refirió a la expresión de muchas personas consultadas, cercanas a unos y a otros, «que prefieren hablar bajo condición de anonimato, de una malquerencia que encuentra su seno en ciertas simetrías básicas».
Reseñó sobre los diferentes momentos en la vida política de ambos representantes, por ejemplo, cuando en el año 2000 fundaron el partido Primero Justicia; «el partido con el cual la sociedad democrática venezolana puso la primera piedra para enfrentar el reciente triunfo de Hugo Chávez, un año antes. Muy rápidamente, ambos dirigentes conquistaron electoralmente las alcaldías de Chacao (López) y Baruta (Capriles), dos importantes municipios de clase media y alta del este de Caracas, desde el que se convirtieron en referentes nacionales».
Por otra parte, también hizo mención a que las dificultades de ambos para trabajar mancomunadamente se volvieron crónicas. Para argumentar esta tesis; citó a un político de derecha en el anonimato, retirado de Primero Justicia que expresó “siempre se sintieron más importantes (Capriles y López) que el propio partido. El partido era visto como una plataforma”.
El corto circuito de 2005
La publicación en el diario El País, también hace mención al distanciamiento personal entre ambos políticos, durante los ocho años que estuvieron al frente de las alcaldías de Chacao y Baruta, momento en el que se alcanzó «un primer corto circuito sistemático en 2005», cuando la oposición decidió no asistir a los comicios legislativos «bajo el supuesto de que no ofrecía todas las garantías para participar».
También se refirió a las posturas de líderes del partido Primero Justicia, de la tesis abstencionista de 2005 y de la conspiración de López contra Julio Borges, fundador y jefe de ese partido de derecha; «que entonces tenía aspiraciones presidenciales. Además de otorgarle al chavismo, automáticamente, el control total de la Asamblea Nacional, el debate produjo la división del partido y la marcha de López. La ruptura se concretó».
Distanciamiento de 2010
En este artículo, describe los momentos de distanciamiento entre Capriles y López, los careos y los recelos entre representantes de derecha extremista.
«El careo Capriles-López conoció un lapso de relativa distensión hacia 2010, un año después de que el exalcalde de Chacao hubiese fundado Voluntad Popular, el partido que aún dirige. Aquella tregua no fue jamás cooperación o cercanía».
Afirmó que cuando López fue inhabilitado por el Tribunal venezolano su popularidad conoció un repliegue.
«La certeza de entonces en torno a las posibilidades del camino electoral hicieron crecer a Capriles; que pudo ejercer exitosamente la importante gobernación del Estado Miranda y aumentar su capital político a pesar de sus frecuentes dificultades con Hugo Chávez», acotó Moleiro.
Acuerdo de 2012
En el año 2012 la oposición venezolana consolidó las esperanzas en la declinación de López; a favor de Capriles en las primarias presidenciales de la oposición del año 2011, apuntó.
Expresó que «este insólito acuerdo fue recibido con ironía por la opinión pública de entonces, que bautizó la alianza como “Capoldo”. Sobre ella se fundamentaban las esperanzas opositoras».
Otro incidente ocurrió dijo, luego del triunfo de la tercera reelección de Hugo Chávez:
«Capriles acusó a Leopoldo López (jefe del comando logístico de campaña) de asumir la derrota electoral de Chávez demasiado rápido el día de las elecciones; promoviendo la noticia y fomentando tempranamente el desaliento y la deserción entre los testigos electorales con deliberada mala intención. Por el contrario, López acusó a Capriles de no querer sacar a la gente a la calle tras la victoria electoral de Nicolás Maduro en 2013, tras el fallecimiento de Chávez».
El repudio de 2014
Posteriormente, el periodista hace mención a otro suceso que cambió el rumbo de la oposición y que además se ganó el repudió de la población frente a las Guarimbas de 2014.
Dijo que Leopoldo López fue duramente recriminado por su papel protagónico en los «disturbios del movimiento de La Salida, con ración de muertos y heridos, enfurecieron a parte de la dirigencia opositora, Capriles el primero, por no haber sido nunca revelada y entorpecer el camino pacífico al poder. López terminó en la cárcel y la certeza sobre la posibilidad de un cambio por la vía electoral quedó más quebrantada».
La publicación narra los acontecimientos en las elecciones parlamentarias de 2015, periodo en el que triunfó la oposición. Luego hace mención a la autoproclamación de Juan Guaidó considerada como «una maniobra impulsada en la sombra por su jefe político (López)».
Intentos, errores y debilitamiento de 2019
Puntualizó que en este momento el impulso de Guaidó apartó a Capriles y en el escrito reafirmó que en Venezuela la oposición lo desplazó cuando se quiso quebrantar la institucionalidad y las leyes, el 30 de abril de 2019 (intento de Golpe de Estado y acontecimientos del Distribuidor de Altamira), día en que Leopoldo López se refugió en la Embajada de España en la capital venezolana en mayo, con la posterior incursión armada que inició en Macuto.
Esta última en «la que se vieron sacudidos Guaidó y López. Capriles, que para entonces ya había sido crítico con la virtualidad en la que se convirtió el Gobierno interino de Guaidó «gobierno de Internet”, lo calificó esta semana- fue maniobrando en la sombra».
Para concluir el escrito, menciona la decisión de Capriles de participar en los comicios electorales del 6 de diciembre; definido como otro capítulo más de la «particular animadversión entre los dos liderazgos«.
