Los falsos positivos y la coerción de personeros para denunciar supuestos casos de corrupción, que justifiquen una rebelión o una intervención militar, han sido las operaciones predilectas en las agendas de imperialismo norteamericano en sus intentos por aniquilar moralmente al Chavismo.
El escandalo
Uno de esos intentos y quizá el más escandaloso, estalló en agosto de 2007 tras la detención del venezolano Guido Alejandro Antonini Wilson, en Argentina con una valija con 800.000 dólares en efectivo, que una maniobra de Washington pretendió vincular al entonces presidente Hugo Chávez y la candidata presidencial Cristina Fernández; hecho que sacó a relucir unos cuantos nombres de empresarios venezolanos radicados en EE.UU, que presuntamente colaboraban con el gobierno de Venezuela, y que luego de ser juzgados, pasaron a ser informantes y actualmente gozan de lujos y privilegios en suelo norteamericano.
Los “Salpicados”
Carlos Kauffmann, Franklin Durán, Moisés Maionica y Luis Suarez; fueron detenidos en Miami en diciembre de 2007 y fueron acusados de ser agentes encubiertos del gobierno venezolano, que estarían tratando de llegar a un acuerdo con Antonini Wilson para que cambiara su versión sobre el hallazgo del maletín y ocultara para quién estaba dirigido ese dinero incautado en Buenos Aires.
Traiciones van y vienen
Kauffman luego de declararse culpable de las acusaciones, colaboró con la fiscalía estadounidense en el juicio que se siguió a su socio Franklin Durán (empresa Venoco, en donde Antonini Wilson fungía de asesor) proporcionando datos sobre supuestos negocios millonarios e ilícitos entre él, Durán y gobernadores, militares de la Guardia Nacional, ministros y otros 30 funcionarios del gobierno de Hugo Chávez. Lo que ayudo a la reducción de su pena a 15 meses, mientras duran fue condenado a 4 años y 8 meses de prisión.
Favor con favor se paga
Acá todo parece encajar, pues en las narices del gobierno norteamericano, los ex convictos y supuestos agentes del gobierno “Chavista”, Carlos Kauffmann, Moisés Maionica y Luis Suarez; y quienes ni siquiera cumplieron sus condenas mínimas hasta el final”, operan y gestionan negocios con fondos de orígenes desconocidos.
- Adquirieron una oficina, por la módica suma de 1.4 millones USD, firmada por el ex abogado, Mario Lamar, quien perdió su licencia por haber mentido en sus declaraciones en el juicio contra Franklin Duran. Donde opera la compañía Baracoa Investments, sobre la que no reza ninguna declaración y las que figuran los nombres de sus parejas sentimentales.
- Se asociaron a la Offshore Fishing League y KM FUNDS, LLC
- Carlos Kauffmann, adquirió una propiedad en la 100N River Drive de Miami, donde habita su actual pareja (María Corrales), a nombre de una compañía de su abogado Moisés Grayson, quien además lo representa una demanda de cobro de 130k a Jhon Keeller.
La función continúa
12 años después del escándalo del Maletín las cosas no han cambiado mucho en las agendas golpistas; que hoy nuevamente reclutan traidores, que persiguiendo el sueño americano, pretenden lavar sus culpas y su dinero con mentiras y tramoyas, sin importar las consecuencias que se traducen en presiones políticas y económicas contra su propio pueblo; estas son las lecciones de “éxito empresarial”, democracia y justicia que pretenden imponernos.