Desde su exilio en México el líder boliviano Evo Morales, declaró que si sus compatriotas le piden que vuelva a su país para pacificar a Bolivia, lo haría. En conferencia de prensa, Morales aseguró que su renuncia la aceptó con la intención de detener la violencia que cubría a la nación.
«Si mi pueblo pide, estamos dispuestos a volver. Vamos a volver tarde o temprano, mejor lo antes posible para pacificar Bolivia», expresó Morales.
Reiteró su llamado a un diálogo nacional en el que podrían participar «países amigos» en una suerte de mediación entre las fuerzas políticas.
Luego de la renuncia y exilio de Morales, se han presentado intensas protestas contra el golpe de estado que lo depuso; dichas protestas han sido enfrentadas con violencia por parte de organismos de seguridad, y arrojando muertos en su proceder.
«Es importante el diálogo nacional. Sin diálogo nacional estoy viendo que a va a ser difícil parar esta confrontación», añadió.
Horas más tarde, Morales instó también a organismos internacionales como la ONU y la iglesia Católica, a través del Papa Francisco, a acompañar «el diálogo para pacificar nuestra querida Bolivia».