Este jueves, la Plaza de Mayo se llenó de color cuando centenares de wiphalas comenzaron a dar la vuelta a la histórica pirámide. A la cabeza de la ronda número 2176 estuvo el presidente legítimo de Bolivia, Evo Morales, junto a Hebe de Bonafini y las demás Madres de Plaza de Mayo, que le brindaron su apoyo y se pronunciaron en contra del golpe de Estado en el país vecino.
“Quiero agradecer por la invitación a las Madres de Plaza de Mayo, respetadas en todo el mundo”, dijo Morales luego de ser presentado como un “compañero y amigo de las Madres”.
«Respeto y admiro sus marchas por la vida y la democracia y aprovecho esta oportunidad para agradecerles a ellas y a todas las organizaciones de Derechos Humanos, al pueblo argentino y a su gobierno, por acompañarnos en la lucha contra la dictadura en Bolivia”.
El presidente boliviano, que se encuentra asilado en la Argentina hace dos semanas, también denunció que “grupos racistas y fascistas, momentáneamente, y usando la violencia, terminaron con nuestro proceso de cambio y con la revolución democrática cultural”.
A su turno, Hebe de Bonafini declaró que «Bolivia está sufriendo, hay personas que no aparecen, personas asesinadas (…) Ese golpe que Estados Unidos le ha dado a Bolivia, ya nos lo hicieron también a nosotros y a Venezuela».
Finalmente, la referente de los derechos humanos expresó que “tenemos que ayudar para que Bolivia pueda tener las elecciones que se merece, con el candidato que ellos elijan y defenderlo a capa y espada”.
Luego de los discursos, un grupo de bolivianos residentes en la Argentina comenzó a cantar y bailar al son de los sikus. “Cinco siglos resistiendo, cinco siglos de coraje”, decía una de las canciones, compuesta por el jujeño Bruno Arias, capaz de expresar un sentimiento común.