Este jueves, el gobierno estadounidense de Joe Biden impuso sanciones financieras y simbólicas al ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y de Defensa de Cuba, Álvaro López-Miera. También a la Brigada Especial Nacional del Ministerio del Interior, los llamados Boinas Negras. EE.UU. Les acusa de reprimir a manifestantes durante las recientes protestas que, según el gobierno cubano, corresponden a una campaña mediática que busca fracturar la unidad de la Revolución.
En su insistencia con imponer medidas unilaterales contra Cuba, que vienen siendo ilegales en el marco del derecho internacional, el Departamento del Tesoro, a través de la Oficina para el Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por su sigla en inglés), señaló a López-Miera por, supuestamente, haber jugado «un papel integral en la represión de las protestas en curso». Las sanciones de la OFAC implican el congelamiento de propiedades y cuentas bancarias en EE.UU. y restringe el acceso del sancionado al sistema financiero mundial, el cual está íntimamente ligado a Estados Unidos.
Biden, por su parte, dijo en un comunicado que estas sanciones son «solo el comienzo» de una serie de acciones contra autoridades de la isla por la supuesta «opresión del pueblo».
Aunque la secretaria del Tesoro, Janet Yellen dijo que «el pueblo cubano está protestando por los derechos fundamentales y universales que merecen de su gobierno», evadió la principal causa de una crisis continuada en Cuba debido al bloqueo comercial impuesto por las diferentes administraciones estadounidenses contra la isla caribeña desde hace más de seis décadas. Las consecuencias de este bloqueo han sido devastadoras para la economía cubana; sin embargo esto no ha limitado los grandes avances de la ciencia, la medicina, la educación y el deporte.
El gobierno de Miguel Díaz-Canel insiste en que Estados Unidos implementa «una política de asfixia económica» con el fin de «provocar estallidos sociales, incomprensiones e insatisfacciones» en la isla.
Cuba responde
Por su parte, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, reiteró que que el «gobierno de EE.UU. persiste; con una andanada de declaraciones y acusaciones, en un acto de burda injerencia en los asuntos internos de la República de Cuba, dirigido a alterar el orden constitucional; en violación del derecho internacional y de nuestras propias leyes».
«El Presidente de los EE.UU. anuncia que continuarán las sanciones contra los responsables de lo que él llama represión contra el pueblo cubano; y que yo rechazo de manera categórica y absoluta. Aquí no ha habido un acto de represión contra el pueblo cubano, de la misma manera que no ha habido un estallido social; como ya he denunciado, a pesar de la persistente mendacidad de algunos medios bien establecidos de prensa internacional», expuso.
Asimismo cuestionó el cambio de opinión del mandatario estadounidense Joe Biden, quien ahora declaró que Cuba es una prioridad absoluta para su gobierno; contrario a lo dicho con anterioridad en su campaña electoral, pero que le suministra argumentos para mantener el injusto bloqueo y justifica acciones prácticas para imponer más sanciones ilegales.
Además dijo que «No es en Cuba donde se utilizaron medios de represión sofisticados, equipos mecánicos, sustancias químicas, explosivos aturdidores, lanzadores automáticos de bombas tóxicas»; como sí pasa en otros países bajo el consentimiento de EE.UU. y la prensa internacional.