Los estibadores y trabajadores de 14 grandes puertos de EE.UU. se declararon en huelga en la madrugada del martes tras el fracaso de las negociaciones de última hora entre su sindicato y la Alianza Marítima. Una huelga portuaria podría afectar la llegada de la navidad.
Se conoció que las negociaciones entre la Alianza Marítima de Estados Unidos (USMX), que representa a los puertos, y el sindicato ILA “están estancadas”, aseguró la publicación.
Los trabajadores comenzaron a hacer piquetes y barricadas en el puerto de Filadelfia poco después de la medianoche, caminando en círculo en un cruce ferroviario fuera del puerto y coreando “No hay trabajo sin un contrato justo”. Algo similar ocurrió en el puerto de Houston y otros.
Por otra parte, el sindicato está “dispuesto a luchar el tiempo que sea necesario […] para obtener los salarios y las protecciones contra la automatización que nuestros miembros de ILA merecen”, afirmó el martes su presidente, Harold Daggett, en un comunicado.
El lunes por la noche, las dos partes anunciaron que habían reanudado las negociaciones, iniciadas en mayo y estancadas en torno a los salarios y la automatización del trabajo.
“En las últimas 24 horas, la USMX y el ILA han intercambiado contraofertas sobre los salarios”, afirmó la Alianza Marítima en un comunicado, asegurando que había “mejorado” su propuesta y solicitado una prórroga del actual convenio colectivo para continuar negociando.
Según una fuente cercana a las conversaciones, esa propuesta mencionada por la Alianza fue rechazada por el sindicato el lunes, que ya tenía previsto iniciar la huelga en cuanto expirara el actual acuerdo de seis años, a las 23:59 del lunes en los puertos de la Costa Este y del golfo de México.
La USMX representa a la patronal de 36 puertos repartidos entre las costas de Maine, en el noreste, y las de Texas, en el sur, pasando por Florida, en el sureste del país. Por su parte, el sindicato de estibadores cuenta con unos 85 mil afiliados en todo Estados Unidos, incluyendo trabajadores de puertos marítimos, ríos y lagos.
¿Qué impacto puede tener la huelga portuaria en la economía estadounidense?
Solo los 14 puertos principales incluidos en la huelga sindical representan poco más de la mitad del comercio de contenedores de EE.UU., una parte importante de las cadenas de suministro que conectan al país con la economía global. Sin embargo, expertos aseguran que no se espera que el paro tenga un efecto severo inmediato en la economía.
Los principales importadores, como las grandes cadenas minoristas, se han estado preparando para la huelga durante meses, adelantando envíos, por lo que los expertos no creen que vaya a haber escasez en los estantes ni subidas de precios a corto plazo.
Pero todo dependerá de la duración de la huelga. Cuanto más dure, mayor será el impacto. Una huelga que dure solo unos días es “digerible”, según analistas de Stifel citados por The New York Times, pero un paro de varias semanas podría tener un “efecto material” en los volúmenes de carga, la disponibilidad de bienes y la economía subyacente.
Si se prolonga, la huelga obligará a las empresas a pagar a los transportistas por los retrasos y hará que algunos productos lleguen tarde para la temporada alta de compras navideñas, lo que podría afectar la entrega de productos, desde juguetes o árboles de Navidad artificiales hasta automóviles, café y frutas.
Sea como sea, aunque sea corta, la huelga sin dudas va a tener algún impacto, ya que los puertos tendrán acumulación. Según un reporte de The Washington Post, la regla general de los analistas es que cada día que dure la huelga se traducirá en cinco días de interrupciones.
Los camioneros y otros trabajadores que dependen de los puertos serían suspendidos y los fabricantes sufrirían retrasos en las entregas y aunque esas pérdidas se revertirían una vez que terminara la huelga, se necesitaría aproximadamente un mes para eliminar el atraso por cada semana de huelga, según los expertos.
Impacto
Expertos de Oxford Economics citados por el Times, calculan que en general la huelga podría costarle a la economía entre 4.500 y 7.500 millones de dólares, o un impacto del 0.1 % en el producto interno bruto anualizado de Estados Unidos, cada semana.
“Probablemente haya un mayor impacto económico local desde el principio. Pero en una semana, podría volverse muy impactante para toda la cadena de suministro”, declaró Brian Pacula, socio de una firma de consultoría empresarial.
Los más afectados en primer lugar serían los empleados de las empresas de transporte que brindan apoyo logístico a los puertos y los establecimientos de alimentos que dependen de estos para sus negocios, lo que impactaría rápidamente a las economías locales cerca de las zonas portuarias.
Huelga de estibadores en EEUU: ¿podría acelerar la inflación?
Algunos importadores mayoristas ya están subiendo sus precios para compensar los mayores costos.
Tim Ryan, propietario de Square 1 Farms, un importador con sede en Sunrise, Florida, que vende espárragos a supermercados como Walmart, Kroger y Wegmans, dijo a The Wall Street Journal que está teniendo que traer por avión verduras que normalmente llegarían en contenedores. Eso le sale más caro, por lo que está añadiendo unos 50 centavos por libra a los precios que le cobra a las tiendas por su mercancía, para cubrir los mayores costos del flete aéreo.
Sin embargo, aunque los consumidores podrían acabar viendo subir los precios de algunos productos si la huelga se extiende, los expertos creen que es poco probable que el paro produzca una aceleración de la inflación ya que las condiciones de la cadena de suministro son muy distintas a cuando ocurrió la crisis inflacionaria desatada por la pandemia. Además, hay menor demanda, por lo que los expertos creen que las empresas podrían absorber temporalmente las subidas de precios.
En el sector automotor, por ejemplo, los inventarios se han recuperado y la demanda está más limitada que la oferta, por lo que es poco probable que se produzca un shock inflacionario en el mercado automovilístico, explicó al Times Jason Miller, profesor de gestión de la cadena de suministros en la Universidad Estatal de Michigan.
Miller también citó el ejemplo de los plátanos: productos frescos, de corta vida, que en buena medida se importan a través del puerto de Delaware. En caso de que el precio de los plátanos llegara, por ejemplo, a duplicarse, esto tampoco tendría un impacto notable a nivel macroeconómico. “No me preocupa desde el punto de vista inflacionario”, agregó.
Una huelga prolongada podría causar retrasos en los envíos navideños
National Tree ya ha almacenado o entregado la mayor parte de los aproximadamente 2 millones de árboles artificiales que vende cada año. Pero perdería ingresos si 150 mil de los árboles se quedaran atascados por esta huelga portuaria.
Otras empresas se enfrentan a la misma situación, con mercancías que podrían quedar varadas en el mar si 45 mil miembros de la Asociación Internacional de Estibadores cumplen su amenaza de huelga. Podrían cerrar 36 puertos, desde Maine a Texas, por los que transita aproximadamente la mitad de las mercancías que entran y salen de Estados Unidos. (Los portuarios de la costa oeste pertenecen a otro sindicato y no participan en la huelga).
Una huelga portuaria prolongada obligaría a las empresas a pagar a los transportistas por los retrasos, y las mercancías podrían llegar demasiado tarde para el momento pico de la temporada de compras navideñas. El viernes, altos funcionarios de la administración Biden se reunieron con operadores portuarios y les dijeron que debían negociar con el sindicato antes del martes, según un funcionario de la Casa Blanca que insistió en mantener el anonimato para hablar de una reunión en curso.
¿Cómo se han preparado los minoristas para esta huelga portuaria?
Desde que la pandemia interrumpió las cadenas de suministros en 2020 y 2021, los minoristas se han adaptado a potenciales problemas similares, dijo a la AP Rick Haase, dueño de una cadena de tiendas de regalos llamada Patina en Minnesota.
“Lo mejor que ha hecho Patina es asegurarse las órdenes con tiempo y tener los productos en el almacén para garantizar que haya inventarios de bienes clave”, agregó.
Daniel Vásquez, propietario del concesionario de autos Dynamic Auto Movers en Miami, Florida, que se especializa en la importación y exportación de vehículos, aumentó sus inventarios en anticipación a la huelga. En especial de los vehículos cuyo transporte marítimo suele demorar más.
Vásquez también dejó de depender de un solo socio comercial o de mover sus vehículos a través de un solo puerto. Ahora tiene relación con instalaciones más pequeñas que esquivan los puertos más grandes. “Ese cambio nos dio una ventaja, tener socios alternativos significa que podemos redirigir los envíos de forma eficiente si la huelga golpea con fuerza”, agregó.
Algunos minoristas también han desviado otros cargamentos a puertos de la Costa Oeste, anticipándose al paro del ILA.
Agencias.