La copa menstrual es un método que, literalmente recoge en un recipiente de silicona la sangre de la menstruación y va insertado en la vagina.
Durante los últimos años ha crecido su popularidad, ya que representa una alternativa sustentable y económica.
Las copas menstruales son productos sanitarios que recogen el flujo de sangre en lugar de absorberlo. Quienes las usan, indican que son igual de seguros y efectivos que las toallas femeninas y tampones. Además resultan menos costosos.
Desventajas
La necesidad de manipular el dispositivo dentro de la cavidad vaginal en mujeres y la necesidad de contar con acceso a instalaciones sanitarias para extraerlo de la vagina, vaciarlo, enjuagarlo y colocarlo de nuevo, se considera entre las desventajas.
Si piensas combinar el dispositivo intrauterino (DIU) y el uso de la copa menstrual, debes acudir a un estudio adicional. En 13 casos, la eliminación de la copa se asoció con un DIU que se desaloja. Algunas mujeres han reportado dolor después de usarlo.
Además existen informes de mujeres que han percibido heridas vaginales, dolor severo, alergias o erupciones cutáneas y problemas del tracto urinario después de su uso.
Ventajas
Proporciona una comodidad de hasta 12 horas de protección sin tener que cambiarla constantemente (según el flujo de cada mujer).
Las investigaciones arrojan que su uso no aumenta el riesgo de infecciones bacterianas como la candidiasis y la cistitis, en comparación con el uso de otros productos de higiene íntima
Reduce costos
La mujer menstrúa cerca de 5 días al mes, lo que equivale a 60 días al año durante aproximadamente 40 años. En total, se estima que en los países en desarrollo usen alrededor de 15 mil toallas sanitarias, durante toda su vida. Lo que equivale a unos 125-150 kg de basura.
Si se multiplica esto, por la cantidad de mujeres menstruales en el mundo, el número sería alarmador. Las copas son reutilizables por 10 años, lo que la convierte en un producto sostenible y responsable con el ecosistema y el bolsillo.
Transforma vidas
Algunas personas aseguran que su uso ha transformado su vida, ayuda a liberarlos de olores fuertes, no se preocupan por derrames y pueden recibir sexo oral sin inconvenientes.
¿Cómo usarla?
En realidad no es una idea nueva: las copas menstruales se empezaron a producir a nivel industrial en los años 30, con grandes altibajos de uso a los largo de las décadas.
La copa menstrual se inserta doblada en la vagina y, una vez dentro, recupera su forma natural y se adapta a la anatomía de cada mujer. Puedes usar un poco de lubricante para introducirla, tantas veces como sea preciso, ya que no perjudica la copa.
Mientras tengas la menstruación, cada vez que extraigas la copa debes vaciarla y enjuagarla. Al terminar el ciclo, se esteriliza con agua hirviendo para eliminar las bacterias.
El dispositivo se debe guardar en una bolsita de algodón, nunca en envases herméticos o de vidrio.