Luego de su aprobación en el senado de la República Argentina, hace 15 días, el presidente de esa nación, Alberto Fernández, promulgó la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) instrumento que permite abortar o Ley del aborto.
De esta manera la nación y el continente avanzan en el proceso que es considerado como el inicio del fin del patriarcado, entendido como la cultura que impone el predominio del género masculino en la sociedad mundial.
En tal sentido, Fernández expresó que la jornada de este jueves 14 de enero, constituyó un día de felicidad, ya que contiene grandes victorias en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.
“Debo confesar que es para mí un día de alegría por algo más, porque cumplí mi palabra, porque hice campaña diciendo que iba a promover esto, y esto hoy es una ley”, agregó el mandatario. Por esta razón, destacó la importancia de que la dirigencia política demuestre, con hechos, que la palabra de los líderes mantiene su valor.
Igualmente mencionó que es para muchas mujeres la culminación de un tiempo de lucha; porque durante muchos años bregaron para que abortar dejara de ser un delito. Lamentó que la criminalización de la interrupción voluntaria del embarazo llevó a muchas ciudadanas a exponerse a los riesgos que implica la práctica clandestina del procedimiento.
Una victoria colectiva
Alberto Fernández también reconoció la participación de algunos hombres en este proyecto, a lo largo de los años, aunque las principales iniciativas las crearon, escribieron y presentaron mujeres. “Las mujeres son las primeras víctimas de esa desigualdad, pero muchos hombres nos sentimos muy mal conviviendo con la desigualdad y claramente no nos gusta”, puntualizó el gobernante.
“Créanme que estoy feliz de estar poniendo fin al patriarcado, porque el patriarcado finalmente es una gran injusticia que se ha vivido durante siglos en la humanidad”. Por eso, ratificó que la Ley de IVE es un gran paso que da el pueblo argentino; al igualar en sus derechos a las mujeres con los hombres.
Más opciones e igualdad
El presidente argentino añadió que la sociedad latinoamericana, con avances como la ley que legaliza abortar, amplía la capacidad de decidir; en caso de que la persona no quiera seguir adelante con la gestación. “Que el Estado esté allí para garantizarle la salud que la clandestinidad no garantiza”.
Fernández se refirió a la Ley de los mil días, otros de los instrumentos legales aprobados en Argentina. Mediante esta norma, el Estado asume las garantías de salud e ingresos suficientes. El objetivo es que las embarazadas y sus niños, luego del nacimiento, cuenten con las condiciones necesarias para su desarrollo.