Después de tener 3 presidentes en una semana, en Perú quieren otra cosa: piden una nueva Constitución.
Las protestas que surgieron en reclamo a la destitución del exmandatario Martín Vizcarra, han derivado ahora en un clamor por una nueva carta magna.
La Ley Fundamental en Perú data de 1993 y tiene el sello de Alberto Fujimori, el mandatario que gobernaba desde entonces. Esa Constitución es vista por muchos como el eje de los problemas fundamentales del país, porque fue hecha por una notable inspiración neoliberal.
La Constitución de Fujimori limita los derechos sociales de la población y colocaría en una posición preponderante el interés económico de particulares por sobre los de la mayoría empobrecida del país.
La crisis política generada por la destitución de Vizcarra, más que revelar un disgusto de la población contra la clase política, puso sobre la mesa el saldo de una molestia acumulada en la que se cruzan exigencias de derechos fundamentales, en donde por ejemplo la educación no es un derecho accesible para todos.
El tema de una nueva Constitución empieza a convertirse en tema de debate en distintos ámbitos. En las universidades ya están convocando a debates; y en las redes sociales late un estado de opinión pública que muestra que en Perú desde hace mucho tiempo las cosas ya no venían marchando bien.
Contagio chileno
Sobre el caso peruano, no son pocos los que lo observan como un episodio similar al de Chile, en donde la población se pronunció de manera mayoritaria por la transformación de la Constitución vigente del país; la cual data de 1980 y tiene el sello inspirador de la dictadura de Augusto Pinochet.
En las corrientes de opinión que se deslizan en Twitter plantean la convocatoria de una Asamblea Nacional Constituyente y Plurinacional.
Ante el auge de esta exigencia entre la población, el gobierno interino de Francisco Sagasti se ha querido sacudir; traspasando esa posibilidad al gobierno que resulte electo el año próximo año.
Sagasti habría dicho que su misión no es la de cambiar la Constitución sino la de completar el periodo presidencial que comenzó en 2016, y por el cual ya han pasado hasta ahora 4 mandatarios.
Sectores políticos y sociales ya están planteando incluir para las elecciones generales del 11 de abril una urna para la consulta de una nueva Constitución.