En un comunicado dirigido al Secretario General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), António Guterres, al Dr. Tedros Adhanom, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y a Michelle Bachelet, Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, así como los embajadores ante las Naciones Unidas de China, Cuba, Corea del Norte, Irán, Nicaragua, Rusia, Siria y Venezuela, solicitaron acciones pertinentes al cese de sanciones unilaterales contra estas naciones, ante el peligro que representa no poder enfrentar la pandemia mundial del COVID-19.
Este comunicado fue realizado el 25 de marzo y resalta la necesidad de hacer frente a esta pandemia a través del esfuerzo internacional.
El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, publicó en sus redes sociales:
Ante la coyuntura del COVID-19, hoy China, Rusia, Irán, Siria, RPD de Corea, Cuba, Nicaragua y Venezuela, nos dirigimos al SG @antonioguterres para que la ONU se sume con fuerza al levantamiento total de las medidas coercitivas ilegales. #LasSancionesSonUnCrimen y deben parar ya! pic.twitter.com/tWmikQL02b
— Jorge Arreaza M (@jaarreaza) March 26, 2020
“Se trata, sin duda, de la mayor emergencia de salud pública de nuestros tiempos, que si bien, tiene lugar en un momento en el que el multilateralismo está siendo atacado, ofrece una oportunidad única para que precisamente el multilateralismo tenga éxito y se fortalezca en este momento de crisis e incertidumbres mundiales”.
El comunicado se refiere a la serie de acciones que los países involucrados han tomado para enfrentar la pandemia en cada uno de sus territorios a partir de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud, la ejecución de planes de contingencia para el funcionamiento de los servicios básicos, así como en el impulso de programas de cooperación a partir de las experiencias en cada país.
Por otra parte, refiere puntualmente a la dificultad que se enfrenta en estos países para afrontar la pandemia a partir de las afectaciones que conlleva la existencia de medidas coercitivas impuestas y que restringe la capacidad de adquirir alimentos y medicinas para la población en tiempo real.
“El impacto destructivo de dichas medidas a nivel nacional, más sus implicaciones extraterritoriales, junto con los fenómenos de exceso de cumplimiento y el temor a “sanciones secundarias”, dificultan la capacidad de los gobiernos nacionales para, entre otras cosas, tener un acceso regular al sistema financiero internacional o al libre comercio; por lo tanto socavan los esfuerzos que están realizando los gobiernos nacionales para atacar el COVID-19, especialmente en lo que respecta a la adquisición efectiva y oportuna de equipos y suministros médicos, incluidos los equipos de pruebas y medicamentos que son vitales para atender y tratar a los pacientes, como reconoció recientemente el director de la OMS”.
A continuación el comunicado completo: