Después de la madrugada y el día más triste y difícil para la nación de Argentina y toda la humanidad porque debió despedir al Dios del deporte mundial: Diego Armando Maradona, en medio de disturbios de la población enardecida porque consideraron que el tiempo de la capilla ardiente desarrollada en la Casa Rosada fue insuficiente para darle el último adiós al astro del fútbol.
Ante una multitudinaria concentración en el palacio de Gobierno, la caravana fúnebre con más de mil encargados se enrumbó al cementerio Jardines Bella Vista.
Del mismo modo como se desarrolló la parte inicial del funeral se hizo el sepelio: privado y con apenas 30 personas entre familiares y cercanos.
Algunos drones y paparazzi captaron imágenes del entierro del Pibe de Oro, mientras millones de ciudadanos protestaban en las calles de Argentina.
Despedida mundial
Pero no solo el pueblo argentino despidió al Dios, en todo el mundo se hicieron homenajes para recordar el legado inconmensurable de Maradona.
Al unísono el mundo llora, grita, lamenta y recuerda al mejor jugador de todos los tiempos. Al mismo tiempo sonríe, canta y agradece por conocer y vivir este momento histórico.
En Argentina lamentablemente se escenificaron duras protestas e injustas represiones alrededor de la Casa Rosada ante la imposibilidad de ver a Maradona.
Miles de personas se han agolpado a las afueras del cementerio y se estima que millones asistan a despedir al Dios.
