El colmo del descaro: provoca la crisis de la gasolina y también promete resolverla

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En comunicación de masas un recurso frecuentemente utilizado para captar la atención de la audiencia es mostrar un problema como muy difícil de resolver y luego presentar su posible solución. Esta técnica ha sido identificada por el analista norteamericano, Noam Chomsky, como una de las 10 herramientas de manipulación mediática.

En la misma línea, el fallecido profesor venezolano, Héctor Mujica, también explicaba en su libro el Imperio de la noticia, que para que la comunicación tenga efecto debe plantearse un problema, y luego su posible solución, de manera que el público se identifique con ese tipo de mensaje.

Los asesores del autoproclamado, Juan Guaidó, parecieran estar siguiendo los elementos básicos de la teoría comunicacional. Pero lo están haciendo todo mal. En primer lugar, porque es público y notorio que el principal responsable de la crisis de combustible ha sido el propio diputado de La Guaira con su descaro y su malévola estrategia de sanciones contra el pueblo.

La gente está clara

A estas alturas, pocas personas pueden creerse el cuento de que las «sanciones», perjudican única y exclusivamente al alto gobierno. Un ejemplo patente y bastante molesto fue la suspensión del servicio de Directv, en plena pandemia de covid-19. Lo que dejó sin televisión por suscripción a cerca de dos millones de hogares, es decir alrededor de 10 millones de venezolanos, en un contexto de cuarentena y distancia física.

Tras las gestiones del gobierno nacional se logró restituir la señal de Directv. Y Guaidó con el mayor descaro trató de arrogarse un logro que no solo no le correspondía, sino que además había sido él, el principal responsable del entuerto.

De manera que actualmente, cuando vuelve a recrudecer el problema de suministro de combustible, Guaidó no deja de hacer el ridículo, cuando asegura a través del Twitter que tiene la solución de un problema creado por él mismo.

Fiel a su estrategia del descaro y de «gobernar» por internet, el autoproclamado señala lo siguiente:

El gran problema con las redes es que así como se puede poner a circular mensajes masivamente, el emisor está sujeto a una inmediata interacción. La lluvia de mensajes negativos contra Guaidó, constituye al menos un indicio claro, de que sus niveles de aceptación están por el suelo.

Y ciertamente la razón principal de la escasez de combustible es el bloqueo genocida impuesto por Estados Unidos desde el año 2017. este esquema de sanciones, ha sido incluso más agresivo que el aplicado contra Cuba. En la isla por razones humanitarias se permite la importación de combustible.

En Venezuela en medio de una pandemia como la covid-19, no sólo se ha impedido la compra de tanqueros con gasolina, también se ha obstaculizado la adquisición de insumos para producir internamente el combustible.

Como se explica en una investigación del portal Misión Verdad, esto incluye desde aditivos esenciales, como los del tipo de biodiesel, hasta la privación de repuestos y refacciones para nuestras refinerías.

Crueldad infinita

Este contexto cada vez más agresivo y cruel, ha limitado seriamente nuestra capacidad interna de producción y distribución de gasolina. Esto como explica el periodista venezolano, Werther Sandoval, afecta los procesos de la industria petrolera nacional y su infraestructura. Lo que incluye 14 plantas de distribución, un extenso sistema de poliductos subterráneos, dos complejos refinadores (El Palito y CRP, Paraguaná) y 14 tanqueros de gran calado, para abastecer 1.676 estaciones de servicio distribuidas a lo largo y ancho de todo el país.

El mercado interno venezolano en condiciones normales ha llegado a consumir hasta 230 mil barriles diarios de gasolina. Cifra necesaria para surtir un parque automotor de más de 5 millones de vehículos. Obviamente, cada vez que un venezolano o venezolana no puede echar gasolina, se afecta el traslado de alimentos, de medicinas o peor aún el transporte de pacientes a centros asistenciales.

Rechazo opositor

Por estas circunstancias , así como por el descaro de la política de bloqueo y sanciones, Guaidó se ha vuelto cada vez más impopular. Ahora es común escuchar o leer opiniones de líderes influyentes en la oposición cuestionando estas políticas.

Los comunicadores Vladimir Villegas y Celina Carquez han sido contundentes.

También el diputado opositor, José Brito, ha emitido fuertes comentarios de crítica a Guaidó.

El abandonado

Y precisamente por su cada vez menor popularidad, Guaidó se queda solo en el escena política. Desde Henrique Capriles Radonski, hasta María Corina Machado y el propio Stalin González, se han desmarcado completamente del interino.

Capriles lo acusó de gobernar desde Internet y Machado lo tildó de querer perpetuarse en el interinato. González por su parte montó tienda aparte.

 

 


 

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