El genocidio, el racismo, el apartheid, la violación del derecho al retorno de los millones de refugiados palestinos nativos… y el robo de la historia y el patrimonio cultural del pueblo nativo palestino son instrumentos operativos clave de esa entidad colonial.
Sin el fascismo, el régimen colonial de «Israel», no existiría.
No hay ningún surgimiento de la extrema derecha en el régimen colonial de «Israel». El régimen colonial de «Israel», por ser colonial, es per se de extrema derecha. Es per se racista, es per se genocida, es per se de Apartheid. No tienen otra, ese es su In sæcula sæculorum, su sempiterno. Sus ideólogos así lo dictan; de lo contrario, desaparece.
El genocidio, el racismo, el Apartheid, la violación al Derecho de Retorno de los millones de Refugiados Nativos Palestinos, el Muro que divide a los palestinos de los palestinos, el robo y la falsificación de la historia y del acervo cultural al pueblo nativo palestino, son instrumentos operacionales claves de esa entidad colonial.
La inyección de sectarismo divisionista en el mosaico arabo-persa-kurdo, la inteligencia de un regular belicismo, forma parte del desgaste en beneficio de esa inyección colonial expansionista.
Un ejemplo, la invasión de Irak es un plan del sionismo internacional. Ese colonialismo expansionista necesita estar rodeado de países débiles como parte de su seguridad y su expansionismo colonial, e igualmente inventan “derechos históricos” en otros pueblos arabo-persas… es el proyecto de la Gran Israel.
No existe un surgimiento de la extrema derecha, ellos están en su proceso, en su curso normal y natural de colonización.
Eso que se denominada “Estado de Israel” es un régimen de Apartheid, debido a que el Apartheid es un instrumento vital en su esencia colonial. El Apartheid no es un fin, el Apartheid es uno de los tantos instrumentos de la misión final, y la misión final es el coloniaje. Dicho colonialismo necesita expulsar del suelo patrio a la población nativa Palestina. Esto es una modalidad de exterminio.
La existencia de ese régimen colonial, nació, se edificó, vive y se revive dentro de una praxis fascista. El fascismo dentro de ese anacronismo colonial opera en múltiples ramas políticas y religiosas. Esta distribución o diversidad es en provecho y fortalecimiento de su maquinaria fascistoide colonial.
Ese fascismo colonial denominado «Israel» ha logrado una gran alienación intelectual y académica, amén de la mediática, Hollywood y derivados; a través de un sofisticado sometimiento en la contemporánea inquisición que opera mediante el sionismo internacional.
El sionismo internacional es el más poderoso fascismo de nuestro tiempo. El sionismo es el motor imperial, el sionismo es el imperialismo mismo.
Como nativa semita Palestina de la diáspora, no puedo distraerme, desviarme en el debate de que si ese colonialismo expansionista, que se impuso desde Europa y por europeos en Palestina en 1948, es una democracia o no. Como nativa semita palestina de la diáspora, el debate es sobre la liberación del pueblo nativo semita palestino frente al yugo y al anacronismo colonial expansionista denominado «Israel». El debate, el estudio, el análisis y la reflexión, son contra el colonialismo y el imperialismo.
No invito a ignorar o a no estudiar la sociología de ese colonialismo, todo lo contrario. Estudiarla, sí, pero para abolirla, no para legitimarla, no para adaptarse, no para normalizar ese Atentado contra la Humanidad. No para someternos a su fraude intelectual. Esto es letal, es decir: sería el fin del pueblo nativo semita palestino. Es decir, el proyecto colonial sionista de una «Israel» y más, la gran «Israel», expandirse, tomar otros territorios árabo-persa.
Muchos verán y sienten esto como exagerado. También vieron y sintieron exagerado cuando se hablaba antes de 1948 de la intensión de crear desde Europa un Estado Judío en Palestina… Veían y sentían eso como imposible. Era lógico verlo como imposible, pero la lógica, ese raciocinio es imaginario, es entelequia. La praxis devoró a la lógica.
El problema moral/humanista no es si el colonialismo israelí es una democracia, o una dictadura, o una tiranía, o un totalitarismo, o un fascismo. El problema moral/humanista es que es una entidad colonial y expansionista que no se limita solo a Palestina sino a otros pueblos arabo-persas. El problema moral/humanista es que es un pilar del salvajismo imperial occidental. El problema moral/humanista es que es un guardián de la tiranía del hegemon occidental.
No podemos legitimar ninguna “democracia” sustentada en el colonialismo. El colonialismo es lo más opuesto a la democracia.
Es sádico, es cruel ese sometimiento intelectual en el que se debe legitimar al violador.
Es perturbador, todo un ultraje lúgubre y espantoso en la conciencia moral, la instrumentalización de la democracia como justificativo que legitime ese anacronismo colonial, denominado «Israel».
El régimen fascista colonial de «Israel» instrumentaliza los valores humanos de la democracia. El colonialismo israelí ha convertido el valor de la democracia en su gran fetiche. El valor humano de la democracia se convierte en una estrategia estética, pero lo peor es que existe una sumisión a ello, en vez de encararlo, en vez de afrontarlo, en vez de liberar a la democracia, mediante la abolición de ese régimen colonial.
La instrumentalización de los valores humanos como la democracia por parte del fascismo colonial israelí no es algo nuevo. La democracia es un baluarte y principio de nuestro tiempo contemporáneo. Cada época instrumentalizará en función a los valores de su respectivo tiempo histórico, en tiempos pasados fue en el nombre de Dios.
Ahora existe una poderosa represión intelectual en la que se llega a la autocensura, y en esa autocensura vemos una acrobacia intelectual, un talento intelectual que condena ese colonialismo, esa autocensura en la que en muchos casos no abordan el crimen colonial, y su crítica o condena es artificial, la cual no va a la raíz del problema, es decir, la abolición de ese régimen colonial hoy en el siglo XXI.
Se condena a ese régimen dentro de su legitimización y eso es un avance para el colonialismo fascista sionista, es un avance de ese colonialismo. Y eso contribuye al fin del pueblo nativo semita palestino.
Hay una honesta y muy documentada palestina que manifestaba que»Israel»es una dictadura para los palestinos. No, «Israel» es un colonialismo para los palestinos. La dictadura del pueblo palestino es la Autoridad Palestina, que está al servicio de ese coloniaje.
Después de los acuerdos de Oslo, cuando se abandonó la lucha armada nativa palestina, yo personalmente pensé y sentí que, tanto palestinos, árabes en general y solidarios, íbamos a engendrar un fértil y fecundo debate, un estudio, un aporte y una contribución desde la lucha pacífica.
No, eso no es así debido a que el debate, el análisis y el estudio están prohibidos, es decir hablar de la Causa Palestina, es decir, está prohibido hablar de la liberación del pueblo nativo palestino. Y esta censura opera en el nombre de la paz.
Hay quienes se manifiestan a favor de los derechos humanos del pueblo palestino y al mismo tiempo hablan del derecho de «Israel» a existir, por el deseo de un «Israel» diverso, plural. Esto es un fraude que fortalece al fascismo colonial israelí.
Ese bla-bla intelectual es efectivo, ya que opera desde el miedo en decir: Fin del régimen colonial de Israel.
Nota aparte
Apuntes para el borrador del Acta de la Independencia del Pueblo Árabe Semita Palestino.
Artículo ? …Todo ciudadano portador del gentilicio Colonial Israelí, es abolido y pasa a obtener el gentilicio Nativo Palestino.
Constitución Nacional de la República Árabe Palestina.
Artículo ? Todo ciudadano del mundo que desee poseer una nacionalidad Palestina tiene el derecho de hacerlo, solicitando la permisología requerida ante la Constitución Nacional de la República Árabe Palestina.
Fin de la Nota aparte
No nos desviemos, nos autocensuramos, dejamos que secuestren nuestro imaginario de justicia. Nos extraviamos con tanto encanto que se encuentra en el temerario envoltorio intelectual.
El debate y análisis es sobre el fin del fascismo colonial sionista. Que el miedo oculto en el manto intelectual no nos arrebate la cita que tenemos con la Historia.
SUSANA KHALIL