El arte de la política: El guernica, el fascismo y el genocidio palestino | Por: David Gómez
“En el mural en que estoy trabajando, que titularé Guernica, y en todas mis obras recientes, expreso con claridad mi odio hacia la casta militar que ha hecho naufragar España en un océano de dolor y de muerte” expresó Picasso a propósito de las atrocidades que el régimen fascista ejecutaba contra un pueblo que se levantó para defender la República y la democracia. Dignidad que incendiada en el dolor, fué síntesis de la lucha del mundo, tal y como Palestina es hoy síntesis de la lucha (acribillada) por la humanidad y la justicia.
Fue un 26 de abril de 1937 cuando los despiadados bombarderos de Hitler, custodiados con el sadismo fascista de los cazas de Mussolini y en coordinación con los militares golpistas de Franco, escupieron sobre la ciudad de Guernica más de 31 toneladas de bombas. Lo hicieron, sobre una villa de Euskal Herria en la que vivían unas cinco mil personas. Del ataque apenas quedó en pie un 15% de la infraestructura del pueblo y la mitad de su población. Fueron más de 2000 muertos en 4 horas de ataque continuo sobre una pequeña ciudad desprotegida.
Probablemente los franquistas no solo pensaron en el daño material, sino también en el moral, dijeron: “Vamos a golpear a los vascos donde más les duele” y dirigieron sus bombas contra las mujeres, ancianos y niños que quedaban en el pueblo, y contra el árbol de Guernica que es representación simbólica de las democracias más antiguas de Europa. Quisieron apagar con bombas la luz, la misma que representa Picasso con un bombillo, una vela encendida y una ventana iluminada en su cuadro.
El 9 de octubre del 2023 comenzó un ataque de Israel a Palestina en el que las fuerzas bélicas han asesinado a más de 30.000 palestinos, entre ellos 13.000 niños. Ya se utilizaron casi 25.000 toneladas de explosivos (el equivalente a dos bombas nucleares), para arrasar comunidades enteras, contando su infraestructura educativa y sanitaria. El escenario es apocalíptico. Uno observa el paisaje y cuestiona el concepto de humanidad. Me pregunto, frente al horror que se vive en Gaza ¿Qué pintaría Picasso? Él, que pensaba que el artista “es un ser político, constantemente al tanto de las cosas desgarradoras, apasionadas o maravillosas que suceden en el mundo, que se da forma a sí mismo por completo a imagen de las mismas. No, la pintura no está hecha para decorar apartamentos. Es un instrumento de guerra”.
El guernica retrata el dolor, entre las figuras que se distinguen en una mezcla de cubismo, surrealismo y expresionismo. Es un cuadro de tonalidades oscuras que desde las sombras, en la penumbra hace un disparo a la indolencia: una mujer grita desesperada con su hijo muerto en brazos, su lengua se afila contra el cielo y unos ojos que se dislocan y se confunden con los demás ojos, pues todos están unidos en esa pintura por el sufrimiento. Nos hace pensar en todas las madres de Gaza, en más de trece mil madres que sollozan desesperadas con sus hijos muertos sobre los escombros de lo que fue su hogar.
Hoy se está produciendo un genocidio en Palestina. Y uno contrasta la realidad de este infame ataque con el Guernica y quisiera que la espada se rompiera, como la del hombre descuartizado que se encuentra bajo el caballo herido en medio del cuadro. Uno quisiera que el hombre que se levanta como una columna gritandole al cielo, huyendo del fuego, no se pareciera tanto a los miles de hombres que hoy solo tienen de Cristo la cruz del Calvario, porque les intentan arrebatar hasta el lugar donde nacieron.
Francesca Albanese, relatora especial sobre la situación de los derechos humanos en los territorios palestinos ha dicho: “Cuando la intención genocida es tan conspicua, tan ostentosa, como lo es en Gaza, no podemos apartar la vista, debemos hacer frente al genocidio; debemos prevenirlo y debemos castigarlo (…) En concreto, Israel ha cometido tres actos de genocidio con la intención requerida: causar graves daños físicos o mentales a miembros del grupo; infligir deliberadamente al grupo condiciones de vida calculadas para provocar su destrucción física total o parcial; imponer medidas destinadas a impedir los nacimientos dentro del grupo»
El imperialismo como sistema sigue alentabdo el genocidio y esto se puede considerar una política sistematica. Desde 1948, desde la creación del Estado de Israel, la región no ha sido más que sangre, lágrimas, dolor, desgracia y destrucción. Israel ha sido, directa o indirectamente, la causa de 15 guerras. Podríamos vincular de una manera u otra todos estos conflictos, todo el terrorismo que han producido, a esta matriz, a este conflicto genérico y original de un Medio Oriente dominado, oprimido y humillado.
Britto García asegura que “el fascismo sacrifica a sus fines a los pueblos o culturas que desprecia”. El imperialismo en pleno siglo XXI es fascista y el sionismo es uno de los movimientos que nos grafica cómo ejecutar un holocausto televisado, como si quisiera hacer una imitación a una escala superior del Guernica y cruzarlo con el estilo de Kapoor. La fase superior del capitalismo odia a la humanidad y lo manifiesta con descaro en Palestina, excluyendo, e incluso tratando matar a todo concepto de arte y belleza.
DAVID GÓMEZ RODRÍGUEZ
El arte de la política: El guernica, el fascismo y el genocidio palestino | Por: David Gómez