El 6D en cuatro grandes temas | Por: Juan Iriarte
Nos aproximamos al cierre del año 2020, sin dudas, un año lleno de muchas dificultades, pero también de grandes ejemplos de dignidad para el mundo.
Con la conducción del presidente Nicolás Maduro, Venezuela se ha convertido en uno de los principales países que mejor ha sabido manejar la pandemia del covid-19 a través de una política de prevención a tiempo y fortalecimiento del sistema de salud público.
A pesar de las innumerables medidas coercitivas y el conjunto de acciones para asfixiar la economía de nuestro país, así como, el robo a la nación de más de 116 mil millones de dólares por parte del diputado Juan Guaidó, el gobierno bolivariano no ha detenido la construcción de viviendas, el plan de entregas de las cajas CLAP y proteínas, la entrega de bonos a través del Carnet de la Patria, y el resto de las protecciones sociales que garantiza el sistema de misiones y grandes misiones.
Pero no cabe duda que el acontecimiento más significativo que vivirá nuestro país este año será las elecciones de la Asamblea Nacional, previstas para el 6 de diciembre y en la que el chavismo aglutinará todas sus fuerzas, no solo para VOTAR y mostrar su mayoría popular-electoral sino también para, en nombre del pueblo venezolano, BOTAR a todos los diputados de la fracción opositora que convirtieron el prestigioso poder legislativo en un centro de conspiración y hurto de los activos del estado venezolano en el mundo.
Ahora bien, vale la pena preguntarnos;
¿Cuáles serían algunos de los grandes temas de la campaña electoral?
Entre otros, creo que al menos estos cuatro temas que describo a continuación pueden tener gran significancia en la narrativa política del chavismo de cara a las parlamentarias 2020.
1) Entre cuarentena y producción no hay contradicción
– Se debe hacer una valoración positiva de las decenas de emprendimientos productivos que han surgido en los hogares como parte de la cuarentena, y así retomar con fuerza la Ley que rige la materia y junto a ellos construir un músculo social y político para la revolución.
– Reconocer el esfuerzo que hace el presidente Nicolás Maduro para lograr el sostenimiento de la producción nacional a grandes escalas, a pesar del boicot con la gasolina, las presiones del imperialismo y la corrupción, y el impacto social que eso trae. El Chavismo debe mostrar con más fuerza el dinamismo económico en los estados y circunscripciones del país.
– A pesar de la recesión global que, según cifras de organismos internacionales como el FMI, habrá una contracción del 8% del PIB mundial, Venezuela mantiene medidas para estimular la producción nacional a través de los decretos de emergencia económica que aprobó el Ejecutivo Nacional.
2) Garantizar la gobernabilidad
– La nueva Asamblea Nacional tiene que garantizar el funcionamiento institucional del país para que la gente resuelva sus principales problemas en paz.
– Devolver la función parlamentaria a la Asamblea Nacional; ¿conoce usted alguna ley que se haya aprobado en los últimos 5 años en favor del pueblo venezolano?
– Recordar la importancia que tiene recuperar la Asamblea Nacional, ya que fue desde ahí donde se aprobó el entramado de leyes del poder popular como la Ley de las Comunas y consejos comunales.
– La Asamblea Nacional no puede usurpar las funciones de los demás poderes del país, tiene que asumir su función legislativa, así como asumir los principales debates políticos de la nación.
– La nueva Asamblea Nacional debe rescatar la figura del Pueblo Legislador y retomar el Parlamentarismo Social de calle como instrumento de movilización y de activación política del Pueblo sobre la base de los problemas concretos de la gente.
3) Unidad de las fuerzas revolucionarias
– El Chavismo debe acudir a las elecciones como una fuerza unitaria inexpugnable, sin margen de fisura alguna, pues he allí su fortaleza frente al descontento social y las divisiones de la oposición.
– Mostrar todas las acciones y decisiones tomadas por el presidente Nicolás Maduro que dan muestra de que el chavismo es sin duda alguna una fuente inagotable de bienestar y paz.
– Hoy la polarización es cada vez menos política, es decir, entre chavistas y escuálidos, incluso, entre capitalistas y socialistas. La polarización es fundamentalmente económica. De la capacidad que tenga el Chavismo de figurarse como alternativa económica a la crisis, estribará el triunfo.
– Repolarizar a partir de los problemas concretos de la gente, entre otros la inflación y el salario. El Chavismo tiene que mostrar en esta campaña diferentes propuestas que ayuden al presidente en su ardua lucha por recuperar el valor del salario y acabar de una vez con todos los que propician la inflación inducida.
– El Chavismo tiene que mostrar en esta campaña la inmensa obra social que ha logrado la Revolución con programas banderas como la Gran Misión Vivienda Venezuela y las dinámicas organizativas y económicas que en los urbanismos han surgido.
4) El mapa de la migración
– Replantear facilidades desde la nueva Asamblea Nacional para aquellos venezolanos que desean volver al país, dado que fueron víctimas de una campaña inducida para que emigraran.
– Acompañar a familiares de migrantes mediante programas de ayudas especiales, a padres y madres que sufren la ausencia de sus hijos y nietos.
Finalmente, es la primera elección después de la presidencial del 2018, después de una dinámica en la que todos los años había elecciones en Venezuela.
A la crisis producto del bloqueo imperial y el constante asedio en contra de Venezuela se le sumó la Pandemia del Coronavirus, que se estima se extienda hasta principios del año que viene.
La pandemia le plantea al chavismo una economía del voto, pues ya no tendrá que hacer grandes actos multitudinarios para promover sus candidatos. Participar en el evento electoral deberá ser su principal objetivo a través de las plataformas digitales y el casa a casa.
¿Qué hará legítimo el proceso? No será precisamente que la oposición lo reconozca, sino que el Chavismo se mantenga unido como fuerza política de vanguardia en nuestro país.
JUAN IRIARTE
El 6D en cuatro grandes temas | Por: Juan Iriarte