La crisis global provocada por la pandemia del covid-19, está causando estragos en Estados Unidos, donde se registra la inflación más alta en 13 años; además de la escasez de alimentos y de otros productos debido a los problemas en las cadenas globales de suministro, también se registran bajos ingresos en la fuerza laboral y por el contrario alta deserción de la mano de obra.
Esta situación afecta principalmente a las familias de bajos recursos, adultos jóvenes, hispanos, afroamericanos y estadounidenses que viven bajo la línea de la pobreza.
Datos comprobados
Una encuesta de Impact Genome y The Associated Press-NORC Center for Public Affairs Research encuentra que el 23% de los estadounidenses dicen que no han podido comer lo suficiente o los tipos de alimentos que desean. Tales resultados demuestran la vulnerabilidad de un país sumido en inseguridad alimentaria.
Además, el mismo estudio indica que la mayoría de las personas que enfrentan desafíos alimentarios se inscribieron en un programa de asistencia alimentaria del gobierno o sin fines de lucro el año pasado, pero el 58% aún tenía dificultades para acceder al menos a un servicio. La mayoría por inconvenientes burocráticos o de papeleo. No obstante, el 21% de los adultos que enfrentan desafíos para satisfacer sus necesidades alimentarias no pudieron acceder a ninguna asistencia.
En varias ciudades, el suministro de productos básicos en las tiendas de productos alimenticios o de «comestibles» y restaurantes de EE.UU. vuelve a ser víctima de escaseces y retrasos intermitentes que han puesto en alerta hasta a los principales supermercados. De hecho, la falta de mano de obra también está afectando gravemente la producción.
Uno de los principales fenómenos de esta escasez ha sido la falta de leche para los niños de las escuelas públicas de Chicago.
Lo mismo pasa en en el estado de Alabama, donde el Departamento de Educación estatal informa que más de 600 mil niños se han visto directamente afectados y que productos como la leche o el pollo, básicos en la alimentación escolar, escasean.
Inflación
El último dato disponible indica que en septiembre los precios escalaron a una tasa anual de 5,4%, la mayor en más de una década.
Aunque para algunos este sea un evento fácil de superar, otros no lo ven con positividad.
Los Angeles Times refleja que los precios de los bienes y servicios básicos alcanzaron un máximo de tres décadas del 4,5% en junio.
El inesperado repunte de la inflación de este año refleja los precios mucho más altos de los alimentos y la energía, pero también de los automóviles nuevos y usados, las habitaciones de hotel, la ropa y los muebles, entre otros bienes y servicios.