EE.UU. también arrecia el bloqueo contra Cuba

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Como fiera herida, así se comporta, el presidente de EE.UU., Donald Trump, en la recta final de su primer mandato de 4 años. El líder republicano actúa como desesperado, ante la posibilidad cierta de una derrota, a manos de su principal adversario político, el demócrata, Joe Biden.

Ello explica la andanada de ataques contra Cuba y Venezuela, en un intento desesperado por recuperar el apoyo de la comunidad latina en Florida, como se sabe, un estado decisivo, para sus planes de reelegirse por un período de otros 4 años.

En esta oportunidad, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció la aplicación de medidas coercitivas y unilaterales contra el director del Grupo de Administración Empresarial S.A. (Gaesa), Luis Alberto Rodríguez López-Calleja.

Se trata de una nueva acción para arreciar aún más la presión contra Cuba. Vale detallar que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) agregó al máximo representante legal de Gaesa, en la lista de personas bloqueadas. Además, se congelaron todos los bienes que estén relacionados con el funcionario y «bajo jurisdicción de Estados Unidos».

Gendarme mundial 

Este es el mismo tratamiento que los norteamericanos le dan a los terroristas y criminales internacionales. La acción representa un golpe noble al corazón de la economía cubana, en plena pandemia de covid-19. El grupo Gaesa constituye un conglomerado clave en diversos ramos, que van desde el turismo, la comercialización de rubros alimenticios y la construcción , hasta la actividad portuaria y de transporte.

Luego de más de 6 décadas de criminal bloqueo la economía cubana, ha registrado pérdidas que superan los 900 mil millones de dólares. En el caso de Venezuela el cerco financiero ha provocado al menos 40 mil muertes y pérdidas de más de US$ 100 mil millones.

Los norteamericanos alegan la defensa de causas nobles como la democracia y los derechos humanos, pero en el fondo el verdadero objetivo de esta estrategia es desestabilizar a las países afectados, hasta colocar gobiernos genuflexos a su intereses económicos y políticos.

 

 


 

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