El Departamento de Defensa de Estados Unidos (EE.UU.), rechazó evacuar a la tripulación del portaaviones USS Theodore Roosevelt tras un brote del nuevo Coronavirus (COVID19), luego de la petición del capitán Brett Crozier.
Crozier informó que más 4.000 marines se encuentran hacinados en la isla de Guam, al sur de Japón en pleno Océano Pacífico, tras conocerse que un centenar de los soldados dieron positivo en la prueba de la COVID-19.
El capitán había afirmado que «la enfermedad continúa extendiéndose cada vez más de prisa… Hay que actuar con decisión ahora para cumplir con las recomendaciones del CDC (Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos) y prevenir un resultado trágico».
Por si fuera poco a la evasiva de Washington, el Secretario estadounidense de Defensa Mark Esper, manifestó no haber tenido la oportunidad de leer dicha carta “en detalle”, y agregó que ninguno de los marines estaba «gravemente enfermo», por lo que fue denunciada la alarmante situación del navío y las ineficientes medidas tomadas por la Armada estadounidense, mientras continúan atacando y amenazando a Venezuela.
Esto es otra muestra de la negligencia de las autoridades estadounidenses que evaden la gravedad de la pandemia en la población y que continúan sin tomar las medidas de protección y resguardo.
«Debido a las limitaciones de espacio inherentes a la de un barco de guerra, no estamos cumpliendo con el aislamiento», apuntó el capitán, quien denunció además en el comunicado, que apenas existen camarotes donde se puedan respetar las medidas de prevención y aislamiento ante la pandemia.