La tradición injerencista de EE.UU. no se termina con un cambio de nombre en La Casa Blanca. Ahora con Biden en Washington, sigue intacta la recia costumbre de querer tutelar a los demás países. El último episodio de esta larga saga de intervención está pasando en Ecuador.
La subsecretaria interina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Julie Chung, se pronunció el pasado 13 de febrero a través de su cuenta de Twitter en donde revela que su gobierno “aplaude el anuncio del 12 de febrero para verificar los votos en 17 provincias en las elecciones del 7 de febrero” en Ecuador.
De acuerdo a la funcionaria “Esto permite que el proceso electoral avance con mayores garantías tanto para candidatos como para ciudadanos”, una declaración verdaderamente osada, como descarada, tomando en cuenta que el sistema electoral estadounidense reveló sus enormes carencias en los pasados comicios presidenciales, negándole al ex presidente Trump la verificación de votos que aplauden ahora en Ecuador.
En otro mensaje la subsecretaria Chung añade que “Esta transparencia, con reglas claras y en presencia de representantes de los partidos, además de observadores nacionales e internacionales, asegura la confianza del público en los resultados”.
El gobierno de los EEUU aplaude el anuncio del 12 de feb del @cnegobec para verificar los votos en 17 provincias en las elecciones presidenciales del 7 de feb en ??. Esto permite que el proceso electoral avance con mayores garantías tanto para candidatos como para ciudadanos.
1/3— Julie Chung (@WHAAsstSecty) February 14, 2021
Recomendación injerencista
Hay que remarcar que lo dice la funcionaria de un gobierno surgido bajo la aparente sospecha del fraude, y de un proceso en donde no se permite la observación internacional; y que al mismo tiempo comienza con una cuestionada confianza de los ciudadanos hacia los resultados.
Y con el acelerador puesto en una carrera de caradurismo indetenible, Chung ordena que “La revisión debe comenzar rápidamente y la segunda vuelta debe garantizarse según el calendario electoral”, omitiendo deliberadamente que ello debe depender únicamente de los organismos ecuatorianos y no del impulso injerencista de Washington.
Pero más patético que la intención de intervenir de los EE.UU. es la dócil aceptación de algunos de ser controlados. Y en los últimos tiempos, el Ecuador de Lenín Moreno se ha convertido en seguidor dócil de Washington, por lo que al Departamento de Estado no le cuesta nada hacer sus “sugerencias”.
Intenciones descubiertas
La ex embajadora de Argentina en Venezuela, Alicia Castro puso de relieve este afán estadounidense por tutelar a la región. Al mismo tiempo apuntó en términos claras una jugada sencilla: la injerencia para impedir que gane el correísmo.
Alicia Castro escribió en su twitter que “El Departamento de Estado de EE.UU. con total descaro da indicaciones y ordena cómo y cuándo deben proceder las elecciones en Ecuador, como si nuestra región fuera su patio trasero”.
A esto, la exdiplomática remarcó: “Es obvio que tratan de impedir que regrese la Revolución Ciudadana y UNASUR a Quito”.