El Gobierno de Estados Unidos (EE.UU.) presuntamente presionó al primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, para que ponga fin a las protestas del llamado “Convoy de la libertad”, llevada a cabo por camioneros que bloquearon las fronteras entre ambos países en rechazo a las medidas sanitarias para combatir la pandemia de la covid-19.
La presunta presión de Estados Unidos a Canadá se relevó el pasado 24 de noviembre, como parte de los testimonios y documentos recopilados durante una investigación federal; iniciada en Canadá por la Comisión de Emergencia de Orden Público.
Esta comisión tenía como objetivo determinar la legalidad de la aplicación de la Ley de Emergencia; la cual invocó Trudeau en febrero pasado para poner fin a los bloqueos fronterizos y despejar una ocupación en el centro de la capital del país, Ottawa.
Según la investigación, la ministra de Economía de Canadá Chrystia Freeland sostuvo una llamada telefónica el 10 de febrero con el director del Consejo Económico Nacional de la Casa Blanca, Brian Deese, quien le expuso su preocupación por las consecuencias económicas que el bloqueo de las fronteras tendría sobre las industrias estadounidenses.
«Están muy, muy, muy preocupados (…) Si esto no se soluciona en las próximas doce horas, todas sus plantas de automóviles del noreste cerrarán», escribió Freeland en un correo electrónico.
Luego, el 11 de febrero Trudeau conversó con el presidente de EE.UU., Joe Biden, a quien le aseguró tener un plan para acabar con los bloqueos y liberar las cadenas de suministro.
La solución del primer ministro canadiense fue invocar la Ley de Emergencia, con la cual las autoridades adquirieron las facultades para congelar cuentas bancarias a su discreción; prohibir los viajes a los lugares donde se realizarían las protestas; y obligar a los camiones a remolcar los vehículos que bloqueaban las calles, entre otras atribuciones.
Sin embargo, ahora, la comisión debe determinar si existió una justificación legal para que el Gobierno aplicara esa medida.
Las protestas en Canadá se registraron luego que Trudeau impusiera en enero la vacunación obligatoria a los camioneros canadienses que cruzaran la frontera con Estados Unidos.
Las fuerzas de seguridad montaron un dispositivo para tratar de desalojar a los manifestantes que bloquearon durante días el puente Ambassador; que une las ciudades de Detroit y Windsor, una de las vías más importantes que comunica Canadá con Estados Unidos.
Durante las protestas detuvieron al menos a 13 personas cerca del principal cruce fronterizo de Estados Unidos en el sur de Alberta; por tener acceso a armas.