EE.UU está picado en su orgullo por la simbólica victoria de Teherán y Caracas con el primer cargamento de gasolina que llegó a costas venezolanas, pese a todas sus amenazas. Los norteamericanos han hecho un punto de honor, de impedir que llegue nuevo combustible iraní al país.
En un confuso episodio, recientemente se conoció que los 4 tanqueros con combustible de origen iraní que fueron confiscados por EE.UU. la semana pasada, ciertamente ya no pertenecían a la República Islámica de Irán. Pero sí eran propiedad de Caracas.
El contenido de los tanqueros había sido adquirido bajo la modalidad FOB (Free On Board), es decir Libre a Bordo. Esto de acuerdo con las declaraciones suministradas a la prensa internacional por el ministro iraní de Petróleo, Biyang Zanganeh.
El ministro iraní de #petroleo asegura que los cargamentos de combustible de los cuatro petroleros incautados por #EEUU no pertenecen a #Iran, sino a #Venezuela.https://t.co/FJL60WKoLq
— HispanTV (@Hispantv) August 18, 2020
Piratas del Caribe
Este ha sido un acto de piratería al mejor estilo de los bucaneros que azotaron las aguas del caribe, en los siglos XVI, XVII y XVIII. Esta operación de confiscación, bien se pudiera calificar como un vulgar robo en mar abierto. Y estuvo basada en una orden de embargo de un Tribunal del Distrito de Columbia. Según informó el Departamento de Justicia estadounidense.
Así se concretó el decomiso de todos los productos derivados del petróleo transportados por los cargueros Luna, Pandi, Bering y Bella. Ahora Caracas se verá privada de un cargamento de gasolina equivalente a 1.116 millones de barriles. Este envío era necesario para reabastecer el mercado interno, en medio de la emergencia generada por la pandemia de covid-19.
La política de bloqueo económico, sanciones y sabotaje contra nuestra economía, impedirá que se pueda disponer, momentáneamente, de este recurso. El combustible había sido adquirido por vías perfectamente legales, con recursos pertenecientes a la República Bolivariana de Venezuela.
Águila decadente
Resulta irónico, por decir lo menos, que este hecho haya sido consumado por el país que se proclama adalid de todas las libertades en el mundo. Esta ha sido una intervención grosera en una operación comercial, absolutamente válida entre dos naciones libres. La doble moral de los halcones que gobiernan la Casa Blanca, retrata de cuerpo entero la bajeza de una clase política que se considera predestinada para gobernar el mundo con base en sus caprichos.
Una vez más el gobierno bolivariano de la mano de su pueblo y su heroica Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) darán lecciones de dignidad y resistencia a la decadente águila norteamericana.
