Un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca reveló que el Gobierno de Estados Unidos está preparado para aliviar sanciones al sector petrolero de Venezuela.
De acuerdo a la agencia Reuters, funcionarios estadounidenses están redactando una propuesta que podría aliviar las sanciones al sector petrolero de Venezuela.
El alivio a estas sanciones tendría como objetivo permitir que más compañías y países importen su crudo. Sin embargo, imponen como condición que el Gobierno nacional “avance hacia una elección presidencial libre y justa”.
Según las 5 fuentes consultadas por Reuters, la Casa Blanca trata de “fomentar negociaciones entre el Gobierno y la oposición venezolana”.
“Si Venezuela toma medidas concretas para restaurar la democracia, que conduzcan a elecciones libres y justas. Estamos preparados para aliviar las sanciones correspondientes“; dijo una de las fuentes.
El cese de estas sanciones permitiría que países europeos y otras regiones puedan comprar el crudo venezolano. Además, de reanudar las importaciones de petróleo.
Para lograrlo, el presidente estadounidense Joe Biden deberá modificar las medidas tomadas por el exmandatario Donald Trump.
Venezuela ha denunciado en reiteradas oportunidades que las sanciones al sector petrolero y gas han generado grandes pérdidas al país.
“Estamos en el top cinco de países que deben (deberían) concentrar el 93% de la inversión en ‘upstream’ (exploración y producción) en nuestra región; una potencialidad obstaculizada por las sanciones“; condenó recientemente el presidente de PDVSA, Rafael Tellechea.
El pasado junio, el Grupo de Boston presionó al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para que negocie con el mandatario nacional Nicolás Maduro, el levantamiento de sanciones a la industria petrolera.
De acuerdo a un reportaje publicado por el diario español ABC, el coordinador del Grupo de Boston Pedro Díaz Blum, envió un documento al mandatario estadounidense con una propuesta clara sobre Venezuela.
El documento, de 4 páginas, plantea reactivar las ventas de petróleo y canalizar los ingresos a una cuenta de depósito en garantía para pagar programas humanitarios que estén supervisados por las Naciones Unidas.