El cofundador de la plataforma Telegram, Pável Dúrov quedó detenido por las autoridades francesas este fin de semana, lo que ocasionó un revuelo en redes sociales, además de una caída en la criptomoneda TON.
Todo apunta a que se repita el destino del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ya que su aplicación antepone la libertad de expresión, lo que irrita a muchos políticos.
Dúrov es acusado de negarse a cooperar en cuestiones de delitos cibernéticos y financieros en Telegram. Medios internacionales, detallaron que, en resumen, enfrenta 12 acusaciones. Entre ellas se incluyen complicidad en la administración de una plataforma para transacciones ilícitas, delitos relacionados con drogas, negativa a cooperar con autoridades, posesión y distribución de pornografía infantil, fraude organizado, y ofrecimiento de herramientas para acceder ilegalmente a sistemas de datos. También se le acusa de conspiración criminal y blanqueo de dinero, así como de delitos relacionados con la criptología.
Algunos usuarios de Telegram manifestaron su preocupación ante este hecho, pues pudiera afectar a la aplicación de manera negativa, sin embargo, hay quienes aseguran que no pasará nada malo.
¿Qué puede pasar?
Según expertos, en caso de que Dúrov permanezca detenido mucho tiempo, puede haber cierto estancamiento en el desarrollo de la aplicación y los productos relacionados. Eldar Murtazin, principal analista de la empresa de investigación Mobile Research Group, señala que tras el arresto de Dúrov, Telegram se ha quedado sin una «cara pública», calificándolo de un «verdadero golpe» para la compañía. Explicó que todas las comunicaciones con inversores, la recaudación de fondos y otras cosas importantes se llevaban a cabo a través de Dúrov.
En este contexto, sostiene, ahora será difícil obtener nuevo dinero para mantener en funcionamiento el servicio, lo que llevaría a la austeridad, a la limitación de las funciones en las cuentas gratuitas para hacer que la gente pague por el uso cómodo de la plataforma, entre otras cosas. «La situación en el aspecto económico será extremadamente difícil, no veremos el deterioro inmediatamente, tardará varios meses», resumió.
Por su parte, Antón Rozenberg, quien trabajó con Dúrov durante muchos años, afirmó que «nadie en Telegram estaba preparado para un escenario así». «Sin él [Dúrov], el servicio de mensajería puede tener enormes problemas con la gestión, todas las decisiones cruciales e incluso los pagos», ya que Dúrov toma decisiones clave en casi todos los asuntos de la empresa como financiación, estrategias de desarrollo, diseño de productos, etc.
Al mismo tiempo, en opinión del periodista informático Rustam Bagrimov, la funcionalidad de Telegram no debería cambiar en un futuro próximo, ya que se trata de un sistema tecnológico complejo, cuya eficacia está garantizada por toda la empresa, y no necesita un «botón especial» de Dúrov.
Detención política
A pesar de que el presidente de Francia, Emmanuel Macron declaró este lunes que la detención de Dúrov no responde a ninguna relación política, hay mucha tela qué cortar al respecto.
«La detención del presidente de Telegram en territorio francés se produjo en el marco de una investigación judicial en curso. No es en modo alguno una decisión política. Corresponde a los jueces pronunciarse», escribió Macron en su cuenta de X.
No obstante, Pascal Lottaz, profesor asociado de estudios de neutralidad de la Universidad de Kioto, insistió en que «Telegram es una plataforma que censura muy poco contenido (…) y su postura de permitir casi todo en su plataforma ya ha irritado durante mucho tiempo a los políticos occidentales (…) Por lo tanto, desafortunadamente, parece que Dúrov podría ser el próximo Julian Assange».
La defensora del pueblo de Rusia, Tatiana Moskalkova, acusó hoy a Francia de querer cerrar la plataforma. «Es absolutamente evidente que la auténtica razón del arresto de Pável Dúrov es el intento de cerrar Telegram, la plataforma de internet donde se puede conocer la verdad sobre lo que ocurre en el mundo», comentó en su canal de Telegram.
Por último, Molskalkova denunció que París acusa a Dúrov de «todos los males habidos y por haber» desde tráfico de drogas a pedofilia y terrorismo, ya que su objetivo es «lograr el control total de la libertad de expresión».
