“Acabar con el socialismo en América Latina”, es el objetivo que se ha planteado el Gobierno de Estados Unidos desde la llegada a la Presidencia de Donald Trump. Ataques no solo contra Venezuela, sino ahora hacia Nicaragua son parte de la agenda que impulsa el imperio norteamericano.
EE.UU. mantiene un discurso, con el que pretende decidir e imponer cambios de gobierno, una vez más ataca contra el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, a quien señaló que “tiene los días contados”.
«Los días del socialismo y el comunismo están contados no sÓLo en Venezuela, sino también en Nicaragua y en Cuba», sentenció Trump.
El consejero de Seguridad Nacional de EE.UU., John Bolton, ratificó las declaraciones de Donald Trump, al asegurar que los días de Ortega están contados “y el pueblo nicaragüense pronto será libre”.
El mismo libreto que hace contra Venezuela y su empeño por querer elegir e imponerse ante las decisiones de un pueblo democrático.
En esta oportunidad, EE.UU. cuestiona el trato que dio Ortega a unos ciudadanos que incurrieron en los delitos de terrorismo, crimen organizado y asesinato, durante los actos vandálicos que se registraron en la nación centroamericana en 2018.
Planes desestabilizadores en Nicaragua
Tal como ocurrió con las guarimbas en Venezuela y los planes de “salida” de la derecha, en Nicaragua pretendieron hacer lo mismo en abril de 2018, cuando grupos violentos salieron a trancar calles y quemar bienes materiales para rechazar la reforma del Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS), la cual fue derogada por el presidente Ortega.
La desestabilización registrada en Nicaragua, dejó decenas de muertos y heridos y pérdidas que superan los 233 millones de dólares, tal como comenzaron los planes de EE.UU. para iniciar sus acciones golpistas.
¿Cuál es el trato que da Trump contra los manifestantes?
Cuando Trump llegó a la presidencia, el pueblo estadounidense hizo múltiples manifestaciones en rechazo a su elección, en las cuales hubo más de 200 personas detenidas.
Gran parte de los detenidos, fueron acusados para enfrentar una pena de hasta 60 años de cárcel, si eran condenados, por el hecho de manifestar pacíficamente contra su elección como presidente.
Las órdenes de Trump eran, que cualquiera que participara en las protestas, sería responsable de cualquier daño que ocurriera, al lado o cerca de la protesta.
Sin embargo, para Trump, sí es cuestionable que se haga justicia con los responsables de decenas de muertos y heridos, en Nicaragua, pero en su nación, toma severas represalias contra cualquiera que haga alguna muestra de rechazo a su administración.
RedRadioVe